El concepto de los emprendedores es muy sencillo: son personas comunes como cualquier otra que quieren iniciar sus propios negocios, sin importan del tipo que sean, y buscan conseguir inversores para catapultarse y llegar a una audiencia más amplia.
Por lo general, los emprendedores de gastronomía, productos o tecnología comienzan desde cero y se construyen a sí mismos y a sus negocios desde allí, ganando la confianza de la gente y popularidad entre la sociedad, expandiendo sus horizontes con el paso del tiempo.
Cada quien conoce a un par de emprendedores que hacen su trabajo con buenas intenciones y de una manera transparente, pero siempre hay ciertos casos que se salen del molde. Y el caso más alarmante y que más atención ha obtenido es el de Elizabeth Holmes y su compañía, Theranos.
Este caso llamó la atención de todos los medios por diferentes razones, variando desde el cuestionamiento de las intenciones de Elizabeth Holmes hasta el nivel de envolvimiento de quienes invirtieron en sus ideas.
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¿Quién es Elizabeth Holmes?
Como miles de chicas, Elizabeth Holmes comenzó su carrera universitaria de Química en la Universidad de Stanford. En su segundo año de carrera, a sus 19 años, luego de haber pasado unos meses trabajando en Singapur, China en los laboratorios del Genome Institute, tuvo la idea de crear una empresa propia.
La idea nació a raíz de un parche portable que ella misma creó en el Genome Institute para combatir el virus de SARS mediante el suministro constante de fármacos. Este parche estaba en la capacidad de medir los niveles de la sangre de los pacientes para saber el efecto del tratamiento.
La muestra de sangre que utilizaba el parche portable era mínima, unas cuantas gotas bastaban; estas salían de la vía que suministraba el medicamento.
Esto le dio pie a Elizabeth Holmes para concebir su empresa: sería un proveedor de servicios de análisis de sangre sin la necesidad de agujas que la extrajeran, en parte porque Elizabeth les temía.
Mente emprendedora
Regresó a Estados Unidos de su verano en China y patentó su idea de biotecnología, se retiró de sus estudios y confió en su invención para comenzar su nuevo negocio.
Gracias a Theranos, la innovadora empresa de Elizabeth Holmes basada en Sillicon Valley que ella creó y fundó en 2003 hizo que su nombre resonara mucho durante años en los oídos de los mayores inversionistas de Estados Unidos.
Su estilo en la manera de vestir y su personalidad la hicieron objetivo de comparaciones con figuras como Steve Jobs y Mark Zuckerberg, pero siempre en una luz positiva; se hacían a modo de encontrar paralelos entre genios billonarios y quizás encontrar una fórmula.
En un período de solo 12 años, Elizabeth Holmes logró convertirse en la primera mujer billonaria del mundo a mérito propio gracias a las ganancias de Theranos. Los beneficios y la tecnología que esta ofrecía cautivaron a todo el mundo y prometían un futuro brillante para la joven emprendedora.
Ahora, a sus 35 años, Elizabeth Holmes ha sido acusada de fraude por Theranos y ha perdido el apoyo de todos sus inversionistas y también ha perdido todo su dinero; de la noche a la mañana, pasó de ser billonaria a depender económicamente de las personas cercanas a ella.
¿Por qué? Porque Elizabeth Holmes ha sido referida como la peor emprendedora del mundo, porque Theranos ha sido catalogado como el fraude más grande de Sillicon Valley y como el caso más sorprendente de biotecnología de los últimos años.
Theranos: Auge y caída
Elizabeth Holmes nombró a su empresa al juntar las palabras therapy y diagnosis. Theranos, como empresa de biotecnología, prometía muchos avances tecnológicos en servicios de salud y medicina para el público general, de bajos recursos y sin seguro médico, y de hecho, pudo cumplirlos.
Theranos tuvo su etapa dorada entre 2010 y 2015, cuando los inversionistas apostaron millones en las ideas de la empresa y cuando muchas compañías buscaban hacer tratos con esta para tener contratos exclusivos.
Sin duda alguna, Theranos se estaba convirtiendo en un hito tecnológico y en uno de los tantos íconos ejemplares de Sillicon Valley, y Elizabeth Holmes se convertía en una estrella de los negocios.
Entre sus mayores innovaciones, y el principal motivo de su popularidad y fama, está la implementación de un sistema de análisis de sangre que no necesita el uso de agujas.
La estrategia de este sistema era la siguiente: con solo una gota de sangre como muestra, Theranos correría un estudio completo de análisis de los niveles de la misma en un tiempo de 4 horas.
La cuestión que facilitaría esto y lo haría accesible a todos es que las muestras se tomarían en farmacias y un camión de la empresa sería el encargado del transporte de la sangre en ida y vuelta junto con los resultados. Todo el servicio a unas tarifas muy accesibles que podían ser consultadas en Internet.
Pero las dudas de varias instituciones de salud, de los laboratorios de competencia y de la comunidad científica se hacían cada vez más potentes al ver la curiosa logística de Theranos y la actitud y comportamiento de Elizabeth Holmes:
- Transporte: para transportar muestras de laboratorio, era necesario que los camiones contaran con el ambiente adecuado para que no se contaminen, y los camiones de Theranos no parecían cumplir con los requerimientos.
- Tecnología: las revistas de medicina existen por un motivo, y ese es divulgar las invenciones, las innovaciones, los aparatos y a las personas con ideas que sean beneficiosas para el mundo de la salud y de la medicina.
Elizabeth Holmes se negaba a divulgar sus dispositivos de trabajo de avanzada tecnología de su laboratorio bajo la premisa de que “así mantenía los secretos comerciales” y tampoco permitía que ninguno de sus equipos fuese fotografiado.
Esto cambió cuando la propia página de Theranos publicó su manera de trabajar tras varias acusaciones.
- Aprobación: en Estados Unidos, la FDA (Food and Drug Administration) es el ente encargado de aprobar los equipos, suministros y productos que entran en contacto con el cuerpo humano para garantizar su seguridad. Theranos nunca permitió que sus equipos fuesen analizados por la FDA.
John Carreyrou obtuvo conocimiento de estas acusaciones y decidió hacer una investigación y un reportaje bastante extenso que fue el que sacó a la luz todas las inconsistencias de resultados de Theranos.
Esto demostró que todo lo que prometía la compañía de Elizabeth Holmes era un fraude, pues sus métodos innovadores de trabajo no eran más que los comunes hechos por todos los laboratorios pero en un menor tiempo del requerido, lo que alteraba los resultados.
Elizabeth Holmes logró engañar a las personas con mayor poder de inversión en Estados Unidos para que apostaran por su empresa, dejando claro su capacidad de discurso y manipulación. Hoy en día, Elizabeth Holmes presenta cargos de fraude en su contra y tuvo que pagar $500.000,00 en multas.
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