Un concepto que ha surgido a partir del contrato social, cuyas bases filosóficas, sociológicas y políticas se remontan a Platón, ha sido el del estado de Bienestar.
Si bien, ya en la política y los gobiernos modernos el estado de bienestar se ha asociado a los intereses por mejorar las condiciones sociales de la población, también es cierto que en muchos países este concepto ha sido utilizado para justificar la intervención del Estado o del gobierno en la economía y la sociedad.
Conceptos muy diferentes son los que deben entenderse y separarse en estas acciones por parte de un Estado, pues supone la disposición de toda la infraestructura institucional para llevar a cabo un verdadero estado de bienestar.
En lo referente a los derechos económicos, culturales y sociales y su relación con los derechos humanos, el estado del bienestar está definido como la transición de una seguridad social solo para algunos, a una seguridad social para todos los ciudadanos.
Esta seguridad social, específicamente, está referida a la sanidad, las pensiones, el desempleo y los servicios sociales. En educación, cultura y otros son aquellos servicios públicos de los cuales pueden disfrutar todos los ciudadanos y no solamente los trabajadores.
Desde su concepción, el estado de bienestar ha estado orientado hacia la reducción de la desigualdad económica y a la igualdad en el acceso de todos a las oportunidades, bien sean de estudios, de formación, de empleo, de generar riqueza y progreso.
Contenido
¿Cuál es el origen del estado de bienestar?
Desde antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando con la devastación varios países generaron acuerdos para ayudar a la población que estaba en ruinas, ya en Inglaterra se hacía referencia a la asistencia social o asistencia pública. En Francia, el término “Estado-providencia” fue adoptado por quienes exaltaban un estado social y señalaban las bases individualistas de algunas leyes, entre las que figuraba la prohibición de los sindicatos.
La historia también refiere que el concepto de estado de bienestar nació en el siglo XIX, y estaba relacionado con las condiciones de los trabajadores y sus reivindicaciones. Así mismo, el término hace referencia a los movimientos obreros que comenzaron a surgir, justamente en busca de mayores reivindicaciones y derechos.
En cuanto a la política, estos movimientos relacionados con el estado de bienestar pretendían el establecimiento del liberalismo y el surgimiento de los partidos socialdemócratas.
Te puede interesar: Las guerras comerciales en la actualidad
Y luego de la II Guerra Mundial, algunos países del occidente adoptaron un modelo de economía mixta mediante el cual se mejoraran progresivamente las condiciones de vida de la población.
Esta iniciativa redundaría en el nacimiento y estabilización de la clase media que fortaleciera la economía de esos países, y en consecuencia, la gobernanza y los orígenes modelo de estado de bienestar.
¿Cómo se llega a un estado de bienestar?
Un estado de bienestar, como política de Estado sienta sus bases sobre la riqueza que produzcan los sectores de un país, los cuales generan impuestos y tasas arancelarias.
Es entonces mediante una política fiscal, unas finanzas y administración sanas y el mantenimiento de una infraestructura funcional, se puede llegar a un estado de bienestar.
Sin embargo, es necesario un programa de políticas públicas que estén orientadas a beneficiar a toda la colectividad, o a los colectivos más vulnerables económicamente, que se mantengan en el tiempo y que su efectividad sea revisada periódicamente.
Estas políticas que benefician a algunos sectores de la sociedad, no siempre tienen aceptación en todo el colectivo, pues supone la supresión de recursos económicos de un lado para invertirlos en otros.
También es interesante: ¿Afecta realmente a la economía de un país la inmigración?
¿Dónde se hace palpable el estado de bienestar?
Dependiendo del país del que se haga referencia, habrá diferentes escenarios donde se haga patente el estado de bienestar.
En algunas partes se manifiesta en:
- Igualdad para todos los habitantes en cuanto al acceso a la alimentación, trabajo, vivienda y sanidad.
- Acceso gratuito a la educación en todas las etapas, desde la básica hasta la universitaria.
- Sistemas de pensiones y jubilaciones para todos; incluso para quienes no hayan tenido un trabajo formal mediante el cual hacer cotizaciones al sistema de seguridad social.
- Hospitales gratuitos que proporcionen atención ante cualquier eventualidad.
- Financiamientos para adquisición de vivienda.
- Subsidios a programas educativos y sociales.
- Subsidios económicos, principalmente para los más desposeídos.
En cuanto a lo laboral, el estado de bienestar se manifiesta en las prestaciones, mediante ingresos mínimos para aquellos que no tengan empleo.
Las pensiones de jubilación, invalidez y orfandad, también son formas de ayudar a quienes tengan riesgos de quedar en la marginalidad.
Así mismo, el crecimiento y fortalecimiento de los Estados ha hecho que el estado de bienestar tenga más alcances que los mencionados, y procure ayuda para la juventud, la familiar y hasta subvenciones y financiamientos a la actividad económica, especialmente a los medianos, pequeños y microempresarios o emprendedores.
¿Cuáles son las ventajas y las desventajas del estado de bienestar?
Ventajas
Un estado de bienestar bien administrado, transparente, oportuno, que funcione sin trabas y libre de corrupción (el mayor flagelo que amenaza a este tipo de política) llega a cubrir las expectativas y a cubrir los derechos estipulados en la Constitución de un país.
- Atiende las necesidades básicas, especialmente alimentación, vivienda y educación.
- Garantiza los servicios a la todas las personas por igual, específicamente, los de salud, higiene, protección social.
- Mantiene una economía estable en cuanto a la producción, el trabajo, las reivindicaciones sociales y las relaciones entre las empresas y sus empleados, garantizada por la remuneración adecuada y justa.
Posibles desventajas
En cuanto a las desventajas, es posible que el estado de bienestar genere:
Insatisfacción por parte de algunos sectores sociales que no reciben los beneficios de los programas diseñados.
Ese estado de bienestar traducido en programas y políticas públicas requiere de una alta recaudación de impuestos.
La identificación del alcance de los objetivos comparado con las condiciones reales no son imparciales, y siempre se califica el resultado por encima del impacto real causado.
La cantidad de gente que se procura atender mediante el estado de bienestar hace difícil la identificación que cuáles son las más necesitadas realmente, por lo que, en muchos casos, no son las más vulnerables las que acceden a los beneficios, sino las más hábiles o las mejor relacionadas.
Vídeo ilustrativo
No te pierdas también: