¿Qué es exactamente la inflación?

Todos hemos oído sobre índices de inflación ya sea de nuestro país, países vecinos o países de importancia económica. Este valor nos da idea de la velocidad con que suben los precios y de cuánto compraríamos con nuestros ingresos.

Cuando hay inflación aun con mucho dinero en cuentas bancarias o en efectivo, no podemos adquirir la misma cantidad de productos que hace un año o meses atrás.

En estos casos está ocurriendo un desbalance entre oferta y demanda de productos y servicios o algún otro desajuste económico que provoca un incremento sostenido de los precios. Si este incremento se acelera y mantiene en el tiempo estamos ante un proceso inflacionario.

¿Qué es la inflación?

Es un término económico que implica que en un país ocurre un incremento sostenido de precios de bienes y servicios. Su efecto obvio es que disminuye el poder adquisitivo de la moneda y así, la capacidad de compra por unidad monetaria.

Por otra parte, si las tasas de inflación son demasiado bajas o negativas pueden causar estancamiento económico en un país o una región.

Causas que la generan

El sistema de precios es complejo e involucra muchas variables, siendo a veces difícil definir todas las posibles causas que conllevan a la inflación. Existen cuatro tipos según el factor que provoca el incremento de precios.

1. Por consumo o demanda. Ocurre cuando la demanda excede la producción o importación de bienes y productos. Este desbalance lleva a un incremento general o específico de precios. Suele presentarse con mayor frecuencia cuando aumenta la masa monetaria en una economía, provocando una aceleración de la demanda.
2. Por costos. Ocurre cuando la materia prima experimenta una subida de precio. Entonces se presenta un aumento de precios de los productos elaborados a fin de mantener las ganancias por parte de las empresas.
3. Autoconstruida. Se genera cuando se anticipa un incremento de precios y se busca que los incrementos sean progresivos para evitar el impacto posterior.
4. Ante la expectativa de inflación. Este tipo de inflación es considerada un círculo vicioso. Ocurre en países que están experimentando aumentos de precios y las demandas salariales aumentan para compensar la pérdida del poder adquisitivo. De allí que los empresarios aumenten los precios, generando así más inflación.

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Tipos de inflación según la magnitud

Según la magnitud del aumento de precios y sus efectos sobre la economía, la inflación puede clasificarse como:

• Moderada. Los precios incrementan lentamente creando una idea de estabilidad del valor de la moneda que estimula el ahorro o la poca movilización del dinero.
• Galopante. En el lapso de un año los niveles de inflación superan el 40% o llegan a tener más de tres dígitos. Así, el ahorro y la inversión disminuyen porque las personas prefieren usar todo el dinero para la adquisición de productos indispensables, conscientes de que el valor de la moneda disminuye rápidamente.
• Hiperinflación. Los porcentajes de inflación anual superan las cinco cifras, siendo reflejo de economías anormales y en crisis. En la mayoría de los casos ocurre cuando los gobiernos incrementan la emisión de dinero sin respaldo ni control y por la falta de políticas monetarias reguladoras de ingresos y egresos del Estado.

¿Cómo calcular la inflación?

Dado que la tasa de inflación tiene un efecto significativo sobre la economía del país o individual, es importante conocer su valor anual. La inflación es calculada anualmente partiendo del índice de precios de un mes del año anterior comparado con el mismo mes del año en curso. Para medirla se utilizan diversos índices.

• Deflactor del producto interno bruto (PIB): cociente entre el PIB nominal o de precio corriente y el PIB real o de precio constante.
• Índice de precios al consumidor: se calcula utilizando la canasta de bienes adquiridos normalmente por los consumidores, ponderados con sus respectivos precios.

Efectos generales de la inflación

La inflación origina una disminución en las posibilidades de crecimiento económico y la destrucción del sistema de precios. Además origina:

• Pérdida del poder adquisitivo. La disminución del valor de la moneda afecta a personas con salarios fijos. Si bien los incrementos de salarios pueden ayudar en la recuperación parcial del poder adquisitivo, el incremento salarial puede acelerar aún más la inflación.
• Disminución en el poder de compra para los acreedores. Los acreedores de montos fijos perderán su capacidad de compra con la caída del valor de la moneda.
• Inestabilidad e ineficiencia en el mercado. Dificulta la realización de presupuestos y planificación a largo plazo de personas y empresas, que pueden verse obligados a incrementar precios para disminuir pérdidas.
• Disminución de ahorro e inversión. En consumidores y empresarios hay un desestímulo del ahorro y/o la inversión.  Existe un retraso en la toma de decisiones, por la incertidumbre y falta de información para predecir alzas de precios.
• Disminución artificial de tasas de interés. Ante la baja de tasas de interés y la oferta monetaria, son más probables las inversiones imprudentes que provocarían pérdidas, cierre de empresas y desempleo.

Métodos para detenerla

Medidas anti-inflacionarias se han establecido en casi todo el mundo aunque se consideran necesarias cuando la inflación supera el 40%. Entre las más efectivas están:

• Políticas monetarias mediante la intervención de los bancos centrales para elevar las tasas de interés de la deuda pública y disminuir la masa monetaria. Al aumentar las tasas de interés en créditos hipotecarios, tarjetas de crédito o hipotecas, entre otros, se logra disminuir la demanda.
• Aplicación de un tipo de cambio fijo tal que el valor de la moneda de un país se vincule al valor de otra moneda o canastas de monedas extranjeras. El tipo de cambio fijo requiere que se haga una buena selección de la moneda para la vinculación y ser aplicada durante lapsos cortos.
• Control de precios y equilibrio entre precios y valor de la moneda. Esto puede reducir el impacto sobre el poder adquisitivo. Sin embargo, se ha comprobado que puede conllevar a escasez, acaparamiento y bajas en la calidad de productos y servicios. Establecer precios mediante un ente regulador donde participen el estado, empresarios, sindicatos y consumidores considerando el valor real de la moneda, puede desacelerar la inflación y evitar devaluaciones.

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