La gran mayoría de las veces, los despidos caen como sorpresas a los trabajadores hasta que se les comunican las razones por las cuales los directivos de las empresas y compañías han tomado esa decisión.
Es cierto que para despedir a alguien y levantarlo de su cargo pueden existir miles de razones, abarcando desde su rendimiento laboral, la interacción con el público (de ser el caso), el compañerismo o la falta de este con los colegas y demás. Sin embargo no siempre sucede de forma clara y justa.
Existen casos bastante comunes en los que los despidos se hacen sin ninguna razón aparente o justificada, siendo lo que se conoce como un despido improcedente. Estos despidos violan los derechos de los trabajadores y ponen en duda el cumplimiento de sus deberes laborales, por lo que es un asunto serio que necesita de resolución en el menor tiempo posible
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¿En qué consisten los despidos improcedentes?
Para que un despido pueda ocurrir, las razones del mismo deben estar expuestas, justificadas, y si se puede, corroboradas. Esto no solo es para el beneficio de la empresa, ya que demuestra la procedencia detrás de cada una de sus decisiones, sino que también beneficia al afectado, pues le da a entender los errores que posteriormente le llevaron a la destitución de su cargo.
En pocas palabras, los despidos no procedentes son aquellos que se realizan sin causa justificable. Cuando estos despidos ocurren, los ahora ex-empleados de las empresas pueden impugnar sus despidos bajo el motivo de haberse hecho sin justificación expresada.
¿Por qué ocurren?
De forma general, solo hay dos motivos que se alegan cuando un despido de este tipo es realizado. Ninguno de ellos muestra las bases necesarias, o los fundamentos esperados para poder justificar la decisión de prescindir de algún trabajador.
- No se cumplieron los requisitos formales exigidos legalmente: Cuando se habla de los requisitos formales para un despido se está haciendo referencia a los documentos que avalan la decisión de la empresa. Estos documentos deben estar bien formulados con todos sus componentes, como lo son la fecha de efecto del despido, la comunicación por una vía escrita de la decisión de la empresa de prescindir de los servicios de un empleado, o la exposición de los motivos detrás del despido para determinar su origen.
- El origen de los despidos puede ser de dos maneras: disciplinario u objetivo. Un despido disciplinario es aquel que tiene que ver con el incumplimiento de la etiqueta y comportamiento de los empleados, o puede ser un despido objetivo, que tiene que ver con acciones determinadas que van en contra de los estándares de la empresa, o también aplica para las decisiones por causas mayores que no tienen que ver con el empleado, como por ejemplo, el estado económico de la empresa.
- Razones materiales del despido: Dentro de estos motivos entran todo tipo de alegaciones hechas por los empleadores que no son suficientes para justificar un despido.
¿Qué derechos de los trabajadores se ven afectados por un despido improcedente?
Entre los 10 principales derechos y deberes de los trabajadores, los despidos improcedentes atentan contra los siguientes derechos:
- Derecho a no ser discriminado directa o indirectamente para el empleo.
- A la ocupación efectiva.
- Derecho a la promoción y formación en el trabajo.
- Derecho a percibir de forma puntual la remuneración acordada.
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¿Qué consecuencias trae impugnar un despido?
Los jefes y los encargados de empresas, tiendas, negocios y demás, deben actuar de la manera más profesional posible cuando se trata de un asunto laboral; es decir, los problemas o desacuerdos personales no deberían pasar al plano laboral.
Dicho esto, comportándose de manera profesional, cada superior del trabajo debería tener razones notables para hacer un despido. Estos despidos no pueden ser hechos bajo premisas subjetivas, discriminatorias o personales.
Al impugnar un despido y llevarlo a juicio frente a la justicia, los jueces tienen el control de analizar la situación para verificar si el despido ha sido improcedente, nulo, o si es de naturaleza correcto.
¿Cómo se debería actuar ante un despido improcedente?
Ya que los despidos improcedentes son más comunes de lo que se piensa, hay una serie de pasos que se deben realizar antes de poder llevar los casos a los juicios. La finalidad de los pasos previos a esto es poder llegar a un acuerdo entre ambas partes (empleado y empresa) para que la situación quede fuera de los asuntos legales.
Sin embargo, hay casos en que esto no es posible por la gravedad del despido. Estos son los pasos que se deben en caso de un despido improcedente.
Presentar Papeleta de Conciliación laboral
Este sencillo proceso se realiza por la administración de cada Comunidad Autónoma bajo la división de servicios de mediación, arbitraje o conciliación, que a su vez depende de la Dirección General del Trabajo.
Mediante este proceso, cuando hay un despido improcedente, la administración de los servicios de conciliación trata de presentar posibles acuerdos que beneficien tanto a los empleados como a las empresas.
Si no es posible llegar a ningún punto medio, entonces es el momento de acudir a las vías judiciales.
Juicio por despido improcedente
En los juicios por despido improcedente, todos los documentos son analizados para llegar a un fallo a favor de cualquiera de las dos partes; el demandante o empleado, y la parte demandada o la empresa.
En caso de que se declare que el despido fue, en efecto, improcedente, el empleador deberá optar por la readmisión del trabajador o por la indemnización de este.
Con la readmisión del trabajador, las condiciones que se deberán cumplir es que este deberá entrar de nuevo a trabajar en la empresa en la misma situación laboral en la que salió. Además de esto, también deberá devolver la indemnización con el motivo del despido.
Con la indemnización, el empleador deberá renovar el contrato de empleo del trabajador ya que a este se le da una fecha de culminación al momento de haber hecho el despido improcedente. Junto con esto, la indemnización y su monto va a depender del tiempo en el cargo ejercido gracias a las reformas hechas en 2012.