Los medios de comunicación cumplen un papel central en la sociedad como agentes en la formación de opinión pública. En una democracia, este poder lleva consigo la responsabilidad de comunicar para fomentar la inclusión y la no discriminación de personas con discapacidad.
La relevancia de la inclusión en los medios reside en que son una vía para visibilizar y normalizar la participación social de personas con discapacidad. El reto es hacerlo con respeto a los derechos humanos y dignidad de la persona.
Con la cobertura periodística, los medios de comunicación pueden promover la agenda política de las personas con discapacidad. Hacer visibles los temas que les conciernen en materia de inclusión social y laboral y respeto a sus derechos. Están en capacidad de resaltar que la inclusión es un tema de interés público y de sensibilizar y promover la acción de la sociedad.
Contenido
Medios de comunicación e inclusión
Desde los medios de comunicación y las redes sociales se corre el riesgo de incurrir en un mal empleo del lenguaje que estereotipe y estigmatice. Por ignorancia o falta de preparación, se comunica con eufemismos, banalidad o enfoques equivocados; es un error que crea barreras en lugar de inclusión.
Esa misma falta de preparación y desconocimiento para saber cómo referirse y dar tratamiento a las personas con discapacidad, puede llevar a la invisibilidad del tema. Es una forma de discriminación que debe ser evitada.
La indiferencia hacia los temas que atañen a las personas con discapacidad puede llevar a la total ausencia de estos en los medios de comunicación. La decisión de no incluirlos podría partir de pensar que son temas controversiales o que no interesan a la audiencia.
Es un pensamiento equivocado porque existen en el mundo más de un mil millones de personas con discapacidad, según la Organización Mundial de la Salud. Además, en los medios no puede faltar la perspectiva solidaria y de apoyo a las causas que luchan por los derechos de las personas excluidas.
Buscando el equilibrio necesario
Los mitos y los prejuicios deben quedar apartados para que la comunicación influya de forma efectiva en un cambio de actitud del público. Para que contribuya con la educación y el conocimiento de los derechos de todas las personas por igual, y promueva y valore la inclusión. La no discriminación significa reconocer al otro como igual, respetar su diversidad y valorarla como factor enriquecedor de la sociedad.
El rigor periodístico debe estar presente en las coberturas de los medios de comunicación. Es importante el manejo de cifras y datos, y una formación básica en derechos humanos, incluyendo los derechos de las personas con discapacidad.
En la programación en general debe prevalecer la presencia con naturalidad de las personas con discapacidad. Evitar incurrir en los enfoques apoyados en estereotipos, simplistas y banales, o que provoquen lástima y pena.
Dar relevancia a la inclusión no quiere decir que los medios de comunicación en su afán por no discriminar, caigan en una excesiva discriminación positiva. Lejos de incluir e integrar, esta conducta fomenta más las diferencias. No se debe dar un tratamiento condescendiente a las personas con discapacidad, sino apegado a sus derechos.
Separar las noticias de las personas con discapacidad usando una sección o segmento especial en el medio, tampoco ayuda a la inclusión. El tratamiento debe ser igual que para el resto de las noticias.
Una perspectiva de inclusión en los medios de comunicación tiene que tomar en cuenta los siguientes aspectos:
- Partir de la premisa de que el medio tiene un gran poder para aproximar al público a la discapacidad para romper con prejuicios y estereotipos.
- Presencia regular de las noticias sobre personas con discapacidad en todas las secciones de los medios de comunicación.
- Incluir el tema de la discapacidad en programas culturales, científicos, tertulias, series infantiles y juveniles como vías para la educación y la concienciación del público.
- Participación de las personas con discapacidad en anuncios publicitarios y en programas en general como actores, animadores y conductores.
- Emplear lenguaje e imágenes libres de estereotipos discriminatorios y que respeten la intimidad de la persona.
- El ser humano debe ser el protagonista de la noticia, no la discapacidad.
- Mostrar en lo posible el contexto de la información y a las personas con discapacidad inmersas en su vida cotidiana.
- Evitar dar a la información un tratamiento melodramático o que genere compasión o sentimientos paternalistas.
- No ridiculizar a las personas con discapacidad por sus diferencias y no infravalorar lo que son capaces de hacer. Del mismo modo, no se debe exagerar los logros que obtienen, solo darles el tratamiento justo e igual al de todas las personas.
- Evitar tratar la discapacidad como un hecho excepcional y que afecta a pocas personas.
Lenguaje e inclusión en los medios
El uso del lenguaje es fundamental para comunicar con inclusión en los medios. Son las propias personas con discapacidad, desde sus organizaciones, las que expresan con cuáles palabras quieren verse representadas.
Los términos que se deben emplear preferiblemente son:
- Persona con discapacidad intelectual. Es un término aceptado por organizaciones internacionales.
- Persona con discapacidad. El término destaca a la persona por encima de la discapacidad, y es amplio como para definir a personas con discapacidad física, auditiva y sensorial.
- Persona sorda o persona con síndrome de Down son dos ejemplos de términos recomendados para hacer referencias más específicas en una información.
Los términos que se deben evitar son: minusválido, deficiente, discapacitado, inválido, retrasado mental, subnormal.
Otro de los retos de la tecnología y de los medios de comunicación en materia de inclusión es proveer su accesibilidad a las personas con discapacidad. El empleo de la interpretación en lengua de señas es uno de los mecanismos usados en los medios audiovisuales. Asimismo, están la subtitulación y la audiodescripción. Aún falta mucho por hacer en esta materia para lograr una verdadera inclusión en la accesibilidad a los medios de comunicación.
Los medios de comunicación como formadores de opinión pública juegan un papel relevante en la inclusión de las personas con discapacidad. Contribuyen a que el público se forme una opinión más acertada sobre la discapacidad, y a visibilizar los derechos y demandas de las personas con discapacidad.