Para que el planeta Tierra sea habitable lleva consigo un fenómeno natural conocido como el efecto invernadero, gracias al cual se mantiene una temperatura adecuada para la existencia de todos los seres vivos.
Se denomina así porque el proceso que ocurre entre la radiación solar, la atmósfera y la Tierra, es semejante al que sucede en los invernaderos para optimizar el calor y ayudar a las plantas en sus procesos de crecimiento y cultivo. A diferente escala, por supuesto.
Este fenómeno comienza con la radiación emitida por el Sol, la cual llega a la Tierra, pasando por la atmósfera terrestre. Esta energía calienta la superficie del planeta que, a su vez, devuelve la energía en menor frecuencia que la radiación térmica infrarroja generada por el movimiento térmico de las partículas cargadas que hay en la materia.
El efecto invernadero natural produce un equilibrio térmico en el planeta al mantener una temperatura media de 14° centígrados. Si no ocurriera este fenómeno, es decir, si la atmósfera y la superficie terrestre no hicieran ese intercambio de energía, la temperatura de la Tierra sería de -18° C.
La diferencia entre ambas temperaturas, cercana a los 33° C, nos ilustra acerca de la importancia del efecto invernadero natural.
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¿Qué es un invernadero?
Un invernadero es una estructura diseñada de diferentes formas y tamaños, acondicionada de tal manera que pueda reunir los ambientes de luz, humedad y temperatura ideales para el cultivo de vegetales. Los invernaderos protegen a las plantas de los climas extremos externos, bien sean heladas o sol y calor excesivos.
Pues bien, nuestro planeta tiene su propio invernadero, compuesto por la superficie de la Tierra, los rayos del Sol y la atmósfera terrestre. Todo ello permite el intercambio de energía que entra, calienta y vuelve a la atmósfera para continuar el ciclo. Pero, ¿qué pasa cuando la capa que protege la Tierra es alterada por la cantidad de gases que circulan en el interior del planeta?
Cuando existe una mayor concentración de gases que afectan a la atmósfera, conocidos como Gases de Efecto Invernadero (GEI), la cantidad de energía que no puede escapar fuera de la atmósfera es mayor, y vuelve a la superficie generando un aumento progresivo de la temperatura en la Tierra. Este fenómeno, producido por la actividad del hombre sobre el planeta, es la principal causa del cambio climático.
El cambio climático también es un proceso natural del planeta que ha ocurrido a lo largo de la evolución de la Tierra, pero se ha acelerado sobremanera en los últimos años debido al aumento desmesurado de las emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Cómo nos afecta el efecto invernadero?
El ciclo del efecto invernadero se altera cuando la radiación térmica infrarroja procedente de la superficie de la Tierra es absorbida por los GEI, que están en mayor concentración suspendidos en la atmósfera y hacen que se vuelvan a irradiar a la superficie y a la atmósfera inferior.
Aquí es donde entran dos conceptos que han sido producto de debates, acuerdos, compromisos mundiales y, en general, de mucha preocupación. Son el calentamiento global y el cambio climático. No deben confundirse, sino entenderse muy bien para poder estar atentos a las medidas que deben tomar los países si se quiere desacelerar y evitar las consecuencias producidas por los GEI.
Las emanaciones de efecto invernadero son las responsables de la acumulación de gases en la atmósfera y, en consecuencia, de que la Tierra se esté calentando. Estos gases emitidos por la actividad del hombre son, principalmente:
- Dióxido de carbono CO2: producto de la quema de combustibles fósiles, es el responsable de que haya más radiación y en consecuencia se altere la temperatura.
- El gas metano o CH4: se produce a partir de la descomposición de materia orgánica, principalmente por la cría de ganado, y es uno de los componentes del gas natural utilizado como combustible para fines domésticos e industriales.
- El ozono troposférico (diferente al ozono estratosférico, que está presente en la atmósfera): se produce por los vehículos, expulsado por sus tubos de escape.
- Los óxidos de nitrógeno, NOx: son producto de la composición de monóxido de nitrógeno (NO) u óxido nítrico, y dióxido de nitrógeno (NO2). Es generado por las combustiones que se realizan a altas temperaturas, como en los vehículos a motor y las plantas eléctricas.
- Los clorofluorocarbonos CFC: se encuentran en menor cantidad en la atmósfera, pero causan graves consecuencias al efecto invernadero.
Todas estas emanaciones son responsables de hacer la atmósfera más densa y de evitar que los gases salgan al espacio exterior, vuelvan y se mantengan, y ocurran los fenómenos de Cambio Climático y Calentamiento Global.
¿Qué es el cambio climático?
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, el cambio climático es cualquier cambio significativo en las medidas del clima que dure por un periodo extendido.
El CC incluye modificaciones en la temperatura y en los climas de la Tierra, afectando los patrones de precipitaciones, vientos, sequías, etc., durante una o varias décadas.
Las lluvias han aumentado y han ocasionado inundaciones en muchos lugares. Mientras que en otros se han producido sequías. Las olas de calor son más frecuentes y extensas, además de los incendios forestales.
El cambio climático afecta a la economía. No solo estropea las cosechas, además aumentan los desastres naturales, los cuales impactan en la producción de los países.
¿Qué es el calentamiento global?
El calentamiento global se refiere al aumento continuo de la temperatura de la Tierra. Es el aumento del calor en la superficie terrestre y la consecuencia directa de las altas concentraciones de los GEI en la atmósfera, lo que a su vez produce cambios en los patrones del clima.
En la actualidad, el calentamiento atmosférico es inevitable debido a que se ha producido por las emisiones de GEI desde hace más de 150 años, con el comienzo de la industrialización.
Los océanos se están calentando al mismo tiempo que los glaciares y los polos se derriten. En consecuencia, aumentan los niveles del mar y las ciudades costeras pueden verse afectadas en los próximos años.
Sin duda, la sobrepoblación humana y la explotación de los recursos naturales, amén del uso en aumento de combustibles fósiles para el modo de vida actual del hombre, siguen produciendo GEI. Sin embargo, desde el siglo pasado se ha estado debatiendo sobre las consecuencias en el planeta del efecto invernadero.
¿Cómo se afrontan estos fenómenos?
En 1988 fue establecido por la Organización Meteorológica Mundial y el Programa Ambiental de las Naciones Unidas el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el cambio climático, también conocido como Panel Intergubernamental del cambio climático (IPCC). La idea es “asesorar a los gobiernos sobre los problemas climáticos y recopilar las investigaciones científicas conocidas en unos informes periódicos de evaluación”.
Estos informes ofrecen datos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, causas, efectos y medidas a considerar. Un documento relevante que muestra preocupación, y logró el compromiso de 183 países y la Unión Europea, es el Protocolo de Kioto, realizado en 1997 como extensión de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático.
En este documento, los países industrializados se comprometieron a “reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y recortar al menos el 5 % de las emisiones con respecto a los niveles de 1990 en el periodo de 2008-2012”.
Así mismo, en diciembre de 2009, se celebró la cumbre sobre el clima en Copenhague, donde fueron convocados por la ONU 192 países para “acordar un límite a las emisiones de gases de efecto invernadero para el periodo entre 2012 y 2020, período que debía suceder al de 2008-2012, acordado en el protocolo de Kyoto”.
Además, se dieron lugar a La Conferencia de Cambio Climático de Copenhague, en diciembre de 2009, y a La Conferencia de Cambio Climático de Cancún, en diciembre de 2010.
¿Qué deben hacer los países para disminuir la emisión de GEI?
Cada país tiene sus propias características en las cuales se basa su economía, desarrollo y crecimiento social, etc., y conocen cuál es su contribución en la emisión de GEI, especialmente los países industrializados y más sobrepoblados del planeta.
Algunos países están cambiando los métodos de producción cuya base son los combustibles fósiles por las llamadas energías limpias o que no generan residuos. Un ejemplo de estas son la energía geotérmica, que utiliza el calor interno del planeta; energía eólica, energía hidroeléctrica y la energía solar. Otras acciones que ya adelantan muchos países son:
- La cultura del reciclaje, es decir, fabricar productos cuyas materias primas son recicladas y menos contaminantes.
- Promover programas de siembra de árboles endémicos y que correspondan a las características del terreno.
- Promover el uso del transporte público, bicicleta o caminata.
- Evitar viajes en avión y hacer uso de teleconferencias para reuniones de trabajo.
- Usar bombillas de bajo consumo.
La idea es tomar conciencia de que cada acción en contra del medio ambiente tiene sus consecuencias, las cuales significan riesgos que afectan gravemente a la vida de todos los seres del planeta.