Actualmente somos testigos de los grandes conflictos sociales que existen. Nadie es ajeno a los problemas de racismo, homofobia, sexismo, clasismo o discriminación por religión, ideología o cualquier discapacidad.
De todos estos problemas surgen desigualdades que se reflejan en la cotidianidad y que en el mundo publicitario, por el contrario, se han ido desdibujando.
Es la era de las campañas publicitarias inclusivas, aquellas que tienen entre sus características, el protagonismo de personas comunes y corrientes y que, lejos de vender una marca, un producto o un estilo de vida, ofrecen valores mediante los conocidos storytelling con los cuales se cuenta una historia que transmite ese tipo de mensajes.
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¿Qué es la publicidad inclusiva?
La publicidad inclusiva es entonces aquella cuyos mensajes promueven valores que resaltan la igualdad, sin que importe la religión, sexo, raza, ideología, incluso estatura, talla o condición física.
Por lo tanto, las campañas publicitarias inclusivas rompen los esquemas sociales, clichés y estereotipos, y se centran en los mensajes que presten atención a minorías que no han tenido oportunidad de aparecer en los medios. Son campañas publicitarias inclusivas las que se enfocan en dos ámbitos; en el que las personas se sientan incluidas y formen parte de un mensaje de valor, sin sufrir discriminación, y en el que para alcanzar la inclusión, los mensajes muestren a personas que por lo común no se ven siendo parte de ninguna campaña.
Esta publicidad se considera clave para cualquier marca, ya que se vincula con las inquietudes sociales de las personas.
Mediante los mensajes que transmiten, las campañas publicitarias inclusivas comunican la imagen de que se busca un mundo igualitario, justo e incluyente, y están más enfocadas en generar conciencia que en ganar consumidores o seguidores de la marca.
Las campañas publicitarias inclusivas infunden valores, respeto, equidad e igualdad, además de otros aspectos, logrando que las marcas se humanicen y consigan en los consumidores la preferencia y fidelidad hacia esta, a través de la empatía con quienes son ahora los nuevos modelos de los spots publicitarios.
Inclusivas desde el siglo XX
Es probable que muchos estén convencidos de que las Campañas publicitarias inclusivas comenzaron en el siglo XXI, a raíz de la sensibilidad y la apertura hacia temas considerados polémicos como la desigualdad, y con el protagonismo y mayor presencia de los grupos llamados minoritarios.
Sin embargo, ya a finales de los años 80 y durante los 90 existieron campañas publicitarias inclusivas que despertaron curiosidad, provocaron polémicas y retaron los estándares y estereotipos preconcebidos con los que solía hacerse publicidad.
Uno de los precursores de las campañas publicitarias inclusivas es Oliviero Toscani, director creativo de Benetton desde 1982 hasta el 2000, quien dio un giro no solo a la marca italiana, sino que sacudió los estándares de la publicidad con campañas que conmovieron y quedaron en la memoria.
¿Quién no recuerda la imagen de una madre afroamericana amamantando a un bebé caucásico? ¿O el beso apasionado de una monja con un cura? ¿O los corazones (no las figuras que los representan) idénticos con las palabras white, black y yellow, para mostrar que todos son iguales? ¿Y el niño con síndrome de Down que sirvió de modelo para exhibir unos suéteres de colores?
Eran los albores de la publicidad inclusiva que mandaban al cesto de la basura los estereotipos conformados por parejas heterosexuales perfectas, blancas, con niños perfectos y felices.
Todos quieren publicidad inclusiva
Si bien la publicidad difundida en medios tradicionales sigue teniendo éxito medible en el aumento de las ventas del producto que promueve, también es cierto que mediante las redes sociales y con la utilización de otros códigos, las marcas y productos logran consolidarse en el mercado o descender en la lista de productos favoritos de los consumidores.
En la actualidad, las redes sociales han creado un vínculo mucho más cercano entre productos, bienes, servicios y marcas y los consumidores, compradores o posibles clientes, gracias a la cercanía y familiaridad con la que se manejan los mensajes.
Muchas veces una marca no habla ni de ella ni de sus productos, solo permanece presente a través de consejos, frases u opiniones en torno a temas que son de interés del público; y dependiendo del nivel de sensibilidad, humanización e inclusión que tenga el mensaje, será exitoso entre la audiencia.
Hoy en día los “me gusta”, “compartir”, “reproducir” y “comentar” son indicadores de lo acertado o inapropiado de los mensajes contenidos en las campañas publicitarias inclusivas.
La publicidad no puede mantenerse al margen de los problemas cotidianos; por el contrario, la audiencia reclama una posición activa de parte de empresas y marcas mediante sus anuncios, de allí que la publicidad inclusiva tenga relevancia y todos quieran considerarla para sus campañas.
Inclusión Real
El surgimiento y éxito de las campañas publicitarias inclusivas no sería tal si la audiencia no lo fuera también. Las marcas y empresas saben del peso y la influencia que tienen para contribuir a formar un mejor mundo y una sociedad más tolerante, justa y consciente.
Las marcas que apuestan por la inclusión en sus campañas, son percibidas como actualizadas, que abordan temas que están en boga, como la preocupación por la desigualdad y los problemas que surgen a raíz de la intolerancia.
Todos quieren ver gente común y corriente dando un mensaje que fomente valores y proponga alternativas ante problemas como el medioambiente, la discriminación, la intolerancia, la indolencia, el aprovechamiento de los débiles, la falta de solidaridad, etc.
Y más que en campañas de organizaciones y fundaciones, la audiencia quiere que las marcas y empresas aborden esos temas utilizando la creatividad de las firmas publicitarias, con imágenes que combinen caras conocidas con perfectos desconocidos, sembrando la esperanza de que se puede tener un mundo mejor en la medida en que se cambia la percepción hacia los demás.
Un ejemplo de la importancia de las campañas publicitarias inclusivas es la publicidad de Tommy Hilfiger, marca que desarrolló, además de publicidad inclusiva, productos inclusivos.
Una de sus más recientes creaciones de ropa está dirigida a las necesidades de personas con discapacidad, con el diseño de puños de camisa con imanes o pantalones que se ajustan a las piezas ortopédicas.
El mundo actual es diferente, diverso, bajo, alto, ancho, angosto, de colores, y eso debe estar reflejado en los mensajes publicitarios de las marcas, para dar a su audiencia algo más que un producto.
Quería saber como puedo citar su artículo en mi investigación. Gracias.