Los conceptos de autoritarismo y totalitarismo tienen una frontera muy frágil entre ambos por tratarse de regímenes que, sin importar la forma en la que se hacen con el poder, los unen características muy similares.
Existen muchos países en los que se han instaurado en algún momento alguno de estos sistemas de gobierno. En ellos se ejercía el dominio sobre todos los ámbitos de la nación, hasta el punto de intervenir en la vida privada de los habitantes y en las decisiones de cada individuo.
Sin embargo, la sociología, la ciencia política, la economía y demás disciplinas sociales han estudiado la definición de estos sistemas de gobierno por separado. Es así como se han estableciendo algunas sutiles diferencias, de las que se debe hacer mención de las características de cada uno. A continuación veremos las bases que los sustentan y las consecuencias que han traído para algunas naciones.
Contenido
Algunas características del autoritarismo
El autoritarismo es una forma de gobierno cuya característica principal es el ejercicio de la autoridad por parte del Estado sobre un país, una nación o una república.
El gobierno se rige por legisladores que han sido electos y que permiten algunas libertades. Sin embargo, el poder es controlado por una sola persona que, sin importar la forma en la que haya alcanzado ese poder, abusa de su autoridad. Este cargo le otorga el poder de controlar las fronteras de su dominio con el despotismo y una forma de gobierno ilimitado, incluso más allá de las leyes.
El autoritarismo interviene en la forma de vida de un país en toda su dimensión, pues quien ejerce la autoridad, por lo general una persona que ha sido electa (presidente, primer ministro, etc.), abusa del poder.
El ejercicio del poder en un país bajo el autoritarismo puede ser desempeñado por una persona o un grupo de personas. Se realiza bajo normas o leyes redactadas y aprobadas desde el poder para restringir la libertad y usarlas para ejercer la represión.
Actuación del régimen autoritario
A lo largo del siglo XX y comienzos del XXI, se han visto los casos de algunos países donde el autoritarismo ha comenzado mediante la llegada de los líderes al poder bajo regímenes democráticos. Una vez en el ejercicio de su gestión promueven un cambio radical de las leyes, incluyendo la propia constitución nacional, para adaptarla a sus intereses, bien sea de poder, económico, social, político, etc., y perpetuarse en él.
El autoritarismo se va adueñando así de todos los aspectos políticos de un país. El pueblo va percibiendo cómo, gradualmente, se van coartando sus libertades, quebrantando sus derechos sin ningún tipo de negociación. Todo ello bajo medidas arbitrarias que responden a leyes ajustadas al poder.
Otros gobiernos autoritarios han llegado al poder a través de golpes de Estado, con el fin de implantar una ideología formada por los intereses de quienes ejercen el poder. Grupos que no consideran el pluralismo político, atacando la disidencia, y sin permitir otro pensamiento político-partidista.
En un régimen autoritario, el poder concentrado en un grupo de personas ha sido el resultado de la eliminación de la autonomía de los otros poderes y de las instituciones que ejercen. En algunos países son el Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral. Pero, al estar centralizados y bajo el dominio de quienes controlan el poder, no tienen libertad en su ejercicio, ya que responden a sus intereses en todos los ámbitos (social, económico, militar, etc.).
Otra característica de estos regímenes es la disminución de las libertades para la conformación y desarrollo de los partidos políticos. No llegan a eliminarse en su totalidad, pero su función es muy limitada. Así como la subvención económica, pues no se les permite recibir apoyo económico (nacional ni extranjero) para su mantenimiento ni para su expansión dentro de la sociedad.
Algunas características del totalitarismo
Por su lado, el totalitarismo ha sido definido como un sistema de gobierno cuya ideología y movimiento restringen severamente la libertad, y el Estado tiene todo el poder.
Este régimen surgió como sistema político en el siglo XX, y el primero en ponerlo en práctica fue Benito Mussolini. Como fenómeno político ha estado expresado en dos formas diferenciadas: el nazismo y el comunismo.
Para la ciencia política, el totalitarismo es un régimen dictatorial, y quien lo aplica se beneficia del poder. No lo utiliza en beneficio del país en general, sino de su cúpula gobernante. Y trabaja y expande su ejercicio para mantenerse en él.
En un Estado bajo este régimen, el poder que no está al servicio del hombre, sino que el hombre está al servicio del poder.
Además, en el totalitarismo ejercido por un único partido, este se fusiona con el poder del Estado, no pudiéndose ver la distinción entre uno y otro.
Esta fusión trae como consecuencia que sea dicho partido el que decida sobre la vida nacional, involucrándose en todas las decisiones y planes que existan y cambiando los intereses del pueblo por la imposición de programas que respondan a los intereses de su gobierno.
Poder a la fuerza
Un gobernante totalitario es temido porque, sus acciones, al no contar con el apoyo popular, ejerce la represión y se mantiene a la fuerza. Esta acción puede llevarla a cabo porque controla todas las instituciones, incluyendo los cuerpos de seguridad, los cuales están a su servicio y, en muchos casos, se ha hecho de grupos civiles violentos que amedrentan y coartan a grupos disidentes.
Un ejemplo de estos grupos al servicio del poder son los conocidos Tonton Macoute, quienes eran los hombres que defendían al dictador de Haití François Duvalier (Papa Doc), y que también sirvieron a su hijo Jean-Claude Duvalier (Baby Doc), para mantenerse en el poder.
Los regímenes totalitarios logran permanecer en el poder bajo la promesa de que no hay mejor plan para un país que el que ellos están dispuestos a desarrollar.
En este sistema, quien está en el poder es la única persona que conoce y sabe lo que quiere el colectivo. Es decir, el pueblo, la nación, incluso la humanidad entera. Él sabe lo que hace feliz a su gente y tiene proyectos de vida para cada individuo. Sin embargo, en la práctica, todos los planes sociales, económicos y políticos, buscan satisfacer la voluntad del líder, que puede confundirse con los deseos del pueblo.
Además, los planes que aplica al pueblo, más que medidas sociales, son medidas populistas que a la larga sirven de control al propio pueblo. Así, los que se beneficien de estos planes tienen la obligación de defender el poder.
La devastación de las instituciones de una sociedad, así como de la autonomía de poderes, de los partidos políticos y hasta de la voluntad del colectivo, es una de las características más notorias del totalitarismo. Mientras se rinde culto a la personalidad, se excluye la atención a las necesidades individuales y colectivas del país.
Países que aún están bajo el totalitarismo
Hoy en día, más de cuarenta países sufren regímenes totalitarios. Entre ellos se cuentan Cuba. Este país estuvo gobernada por Fidel Castro desde 1959 hasta 2008 y, posteriormente, por su hermano Raúl Castro hasta el presente.
Desde la llegada de Fidel Castro al poder mediante un golpe de Estado al gobierno de Fulgencio Batista, Cuba se convirtió en un Estado socialista, Marxista-Leninista, bajo el liderazgo del único partido legal de la isla: Partido Comunista de Cuba. Los dos partidos principales que existían (Ortodoxo y Auténtico), fueron eliminados bajo la Ley Fundamental, que derogó la constitución de 1940 y puso a Cuba bajo un gobierno unipartidista.
Corea del Norte es otro país bajo un totalitarismo. Ha estado gobernado desde 1948 por el fundador del Estado norcoreano, quien además fue nombrado como el Presidente Eterno de la República: Kim II-Sung. Y, posteriormente, por su hijo Kim Jong-II.
En 2014, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos presentó un informe sobre este país. En él se hacían constar las violaciones a los derechos humanos y crímenes que se cometen allí como torturas, violaciones, ejecuciones, detenciones arbitrarias o abortos forzados, entre otros.
Bielorrusia, conocida como la “última dictadura de Europa”, ya cumplió veinte años con Alexandr Lukashenko en el poder. Este líder ha mantenido la República del país desde la separación de la Unión Soviética.
Tayikistán, Azerbaiyán, Kazakstán, Turkmenistán, Uzbekistán, Gambia, Mauritania, Sudán, Somalia, Etiopía, Sudán del Sur, República Centroafricana, Camerún, Guinea Ecuatorial, Congo, Uganda, Ruanda, Burundi, Angola, Zimbabue, Argelia, Libia, Jordania, Siria, Irán, Arabia Saudita, Tailandia, Camboya, Vietnam… La lista de países que aún están sometidos a regímenes totalitarios es larga. Por desgracia, aún existen naciones en las que están vetados los partidos políticos, las elecciones, la libertad de expresión, los medios de comunicación, la oposición y los derechos ciudadanos.