Hay ocasiones en que los trabajadores tienen que hacer diligencias durante su horario de trabajo, pero estas diligencias no dan un certificado, un aval o un justificado que se pueda utilizar para explicar la falta de asistencia al lugar de trabajo. De igual forma, puede presentarse que los motivos de la falta al trabajo son razones personales, por los que no se cuenta con ningún justificativo que respalde las actividades que se hicieron ese día.
Para estas ocasiones, en España existe una modalidad de falta que se conoce como días de asuntos propios. Estos son días en los que no es necesario que los trabajadores rindan cuentas de sus faltas de asistencia a sus superiores, pues su contrato les concede un número de veces en los que estos días pueden ser aplicados.
Estos días son un beneficio limitado que deben utilizarse a mejor conveniencia, siempre y cuando se estén respetando las demás reglas de las empresas y sus políticas.
Contenido
¿Cómo funcionan?
Al momento de firmar un contrato con una empresa, las clausuras del mismo dan a conocer todos los beneficios que se obtienen de forma inmediata. No siempre ocurre, no es algo que se aplique para todos los cargos, pero algunos contratos expresan que los trabajadores cuentan con una cantidad de días limitados en los que pueden faltar a trabajar sin la necesidad de justificar dicha falta.
También te puede interesar: Los derechos del trabajador en un despido improcedente
Los días de asuntos propios son una forma de darle a entender a los trabajadores que sus asuntos personales sí importan, y esta es una de las razones por las cuales las nuevas empresas están optando por ofrecer estos días desde el comienzo. Y aunque no es lo correcto, ya que estos días no requieren justificación, pueden utilizarse estas faltas los días en los que simplemente el empleado no tenga ánimos de ir a su lugar de trabajo.
Estos días no cuentan como días de permiso remunerado (cuando se les otorga un permiso a los empleados para faltar al trabajo sin descontar ese día de su salario); estos días no cuentan como tiempo efectivo de producción o de trabajo, por lo que sí serán descontados del salario de los trabajadores. El beneficio en sí de esta modalidad es no tener que justificar la falta de asistencia.
Sin embargo, hay casos con excepciones. Si el acuerdo entre el trabajador y empresa establece de forma escrita que los días de asuntos propios serán remunerados, entonces oficialmente estos días no se descontarán del salario del empleado. Otra forma de que estos días sean remunerados es si el Convenio Colectivo lo establece así.
Faltas por asuntos propios vs. Faltas injustificadas
Siempre, después de una falta al lugar de trabajo, es necesario que haya una aclaratoria por parte del empleado a sus superiores, de modo que estos sepan si se trata de de una falta por asuntos propios o si deberían tomar la falta como una falta de asistencia injustificada, lo que puede resultar en una sanción.
Incluso puede ser más que eso; puede llegar a ser parte de los motivos para realizar un despido disciplinario, que tiene que ver con el comportamiento del trabajador y el no cumplimiento de las reglas de trabajo.
En este blog puedes leer más sobre los tipos de permiso que las empresas manejan de forma general. Así, ya dependiendo de la situación, el trabajador sabrá qué tipo de permiso se adapta mejor a sus necesidades sin arriesgar el pago del mismo.
Conocer el estatus de los días de asuntos propios
Como se dijo anteriormente, no todos los trabajadores cuentan con días de asuntos propios de manera nativa en su contrato. Esto es algo que se puede resolver, pero en general, conocer si alguna persona tiene sus días de asuntos propios (o no) es algo importante que se debe verificar lo antes posible.
El proceso es relativamente sencillo, pues es solo cuestión de una investigación rápida. Para esto se pueden seguir las siguientes recomendaciones:
- Investigar en el Convenio Colectivo las regulaciones, limitaciones y permisos del grupo a que el empleado pertenece. La finalidad de esto es saber si existe alguna cláusula que establezca un número de días de asuntos propios para ellos.
- Otra opción es revisar el contrato por el cual el empleado comenzó a trabajar en la empresa, con la finalidad de encontrar algún anexo que especifique las cosas.
Si el contrato de un trabajador establece que tienen permitido tomarse días de asuntos propios, estos días son vigentes solo por un año. A diferencia de los días de permisos o los días de vacaciones, que si no son utilizados en un año pueden pasarse al año siguiente para ir acumulándose, estos días pierden su validez cada año.
Exigir días de asuntos propios
El hecho de exigir días de asuntos propios no necesariamente implica que vayan a ser aceptados y entren en vigencia lo antes posible. Pero, sin duda alguna, sí será un tema de conversación y será algo que los superiores tienen que considerar para sus empleados, pues las quejas y exigencias de estos son retroalimentación importante para la empresa.
Sin embargo, hay otras opciones alternativas a esta modalidad. Todos los trabajadores cuentan con permisos no remunerados y permisos remunerados dentro de su contrato, cada uno con características y reglamentos de aplicación diferente.
La mejor manera en la que se pueden pedir estos días es por un medio escrito. Ya sea por una carta o por un correo electrónico. Es importante que sea escrito porque de ser positiva la respuesta, debe existir la constancia de esa decisión.
Si se da el caso en que los días de asuntos propios deban ser pedidos de manera vocal, lo más recomendado es que toda la conversación sea grabada. De este modo se tiene constancia de lo conversado, además de que se pueden establecer de manera más personal y directa las aplicaciones y las condiciones de estos días.