Jean-Jacques Rousseau fue escritor, pedagogo, filósofo, botánico, naturalista y músico, que nació el nació el 28 de Junio de 1712 en Ginebra, Suiza.
Su padre fue el relojero, Isacc Rousseau y su madre, Suzanne Bernard, quien murió nueve días después del parto, por lo que Jean-Jacques fue criado por una tía materna.
Educado en casa, leyó toda clase de historias y novelas que avivaron su mente e hicieron crecer su sensibilidad, al leer a todos los intelectuales de la época.
Al salir su padre de Ginebra por problemas legales, fue a vivir con sus tíos, disfrutando de lo que llamó una educación ideal, tiempo que describiría como el más feliz de su vida.
Su primera educación formal la recibió, junto a su primo, en la escuela de un pastor calvinista, en Bossey, Francia, de 1722 a 1724. Al regresar a Ginebra en 1725 trabajó como aprendiz de relojero y de grabador, desarrollando la experiencia suficiente para vivir de ambos oficios toda su vida.
En 1728 abandonó Ginebra, lo que lo llevó a Saboya, donde conoció a Madame de Warens, una dama muy culta, trece años mayor que él. Ella lo ayudó a ampliar su educación y su afición musical. Bajo su influencia, Jean-Jacques se convirtió del calvinismo al catolicismo.
Lo que había comenzado como una relación materno-filial, se convirtió a partir de 1733, en una relación amorosa, por lo que Jean-Jacques se mudó con Madame de Warens. Jean-Jacques Rousseau vivió diez años con ella, trabajando en el catastro de Saboya y dando lecciones de música y en muchos otros oficios, hasta su rompimiento en 1744.
En 1745 retornó a París, donde compone la ópera “Les Muses galantes”, a los 33 años. En esos días conoció a Thérèse Levasseur, una modista analfabeta. Con ella, después de haber tenido cinco hijos seguidos, se casó civilmente en 1768, logrando convencerla de entregar sus hijos a un hospicio.
Lo que hicieron a medida que iban naciendo, porque Rousseau tenía miedo de que sus hijos fueran criados por la inculta familia de su esposa.
Jean-Jacques Rousseau regresó a Ginebra, en 1754, se reconcilió con el calvinismo y escribió su “Discurso sobre el Origen y los Fundamentos de la Desigualdad entre los Hombres”.
En 1756 se retiró a trabajar y escribir en la residencia de su amiga Madame de Epinay.
Allí Jean-Jacques Rousseau escribió “Julia, o La Nueva Eloísa” (1761) y “El Contrato Social” (1762), ésta última una obra proscrita en Francia.
Ese mismo año, publicó “Emilio, o De la Educación”, texto que fue condenado a la hoguera, con el pedido simultáneo de capturar al autor. Por lo que Rousseau huyó a Neuchatel, Suiza, donde estuvo viviendo retirado en el campo, junto a Thérèse, de 1765 a 1767.
Volvió a Francia en 1767, con un nombre falso, el de Jean-Jacques Renou, hasta que en 1770, pudo regresar oficialmente con la condición de no publicar nada más. Permaneció en Paris hasta comienzos de 1778, donde continuó copiando música, que era de lo que vivía, además de clasificar hierbas y escribir sobre botánica.
Jean-Jacques Rousseau falleció víctima de una apoplejía en su retiro en Ermenonville, Francia, el 2 de julio de 1778.
Contenido
Doctrina pedagógica de Jean-Jacques Rousseau
Jean-Jacques Rousseau veía a la educación como el camino apropiado para formar ciudadanos libres, conscientes de sus derechos y deberes. Como el sistema educativo imperante no lo lograba, formuló la que pasó a llamarse la doctrina pedagógica de Rousseau.
Principios psicológicos
Esta doctrina está formada por cuatro principios psicológicos:
- Las etapas necesarias del desarrollo corporal y anímico del educando están fijadas por la naturaleza (Ley de la Sucesión Genética).
- El ejercicio de las funciones de cada etapa de la vida, te prepara para la llegada de las siguientes funciones (Ley del Ejercicio Genético-Funcional).
- Toda acción viene a satisfacer una necesidad o un interés del momento.
- Cada individuo es diferente a los demás, tanto física como psíquicamente.
Rousseau estableció que los períodos de aprendizaje deben estar ajustados a las edades del educando, respetando estos cuatro principios psicológicos.
Rousseau también destacó que, la historia es el mejor lugar para que los niños aprendan a conocer a los hombres, por lo que los maestros deben enseñar solamente realidades.
Postulados de la Teoría Pedagógica de Rousseau
Los postulados de la teoría pedagógica de Rousseau siguen vigentes:
- “La educación debe centrarse más en el niño y menos en el adulto”.
- “Es importante estimular el deseo de aprender”.
- “La educación del niño comienza desde su nacimiento y debe impedirse que adquiera hábitos de los cuales pudiera llegar a ser esclavo”.
En resumen, Rousseau pone de manifiesto la importancia de comprender las necesidades de los niños, como punto de partida para su educación.
La educación del niño le debe permitir ser libre y desarrollar sus propias aptitudes, así como sus tendencias naturales. Resalta lo primordial que es la experiencia, como maestra en el proceso de aprendizaje, por encima de las lecciones verbales.
“Emilio, o de la Educación”
En 1762, Jean-Jacques publicó su obra “Emilio, o de la Educación”, donde se ven plasmados los principios psicológicos y los postulados de la teoría pedagógica de Rousseau.
Por ello se dice que en esta novela filosófica, Rousseau muestra y propone una nueva perspectiva de la educación a través de Emilio, el protagonista de su obra.
Jean-Jacques Rousseau cree que todo hombre y todo niño es bueno por naturaleza, por lo que plantea que, si la educación siguiera un ritmo natural, habrían sociedades más libres. Partiendo de que la naturaleza es buena y que el niño debe aprender por sí mismo, Rousseau argumentaba que el niño lo haría de acuerdo a sus intereses.
Por ello, se dice que atacó al sistema educativo con esta novela, al plantear que los niños deben ser educados de acuerdo a sus intereses y no a una estricta disciplina.
La novela filosófica educativa “Emilio, o de la Educación” está dividida en cinco partes.
Las tres primeras partes dedicadas a la niñez, la cuarta dedicada a la adolescencia y la quinta, a la vida paternal, política y moral de Emilio y, a la educación de Sofía, la mujer ideal.
El Contrato Social
Jean-Jacques Rousseau fue parte de la época de la Ilustración, un movimiento intelectual que influyó en la Guerra de Independencia Americana en 1776 y en la Revolución Francesa en 1789. Estas revueltas transformaron esas sociedades y dieron paso al surgimiento del concepto de ciudadano, libertades, derechos, gobiernos republicanos y soberanía.
Rousseau hizo uno de los más grandes aportes a la Ilustración, a través de su obra “El Contrato Social”, haciendo surgir una nueva política. Esta estaba basada en la voluntad general y la soberanía.
Es así como “El Contrato Social” le abre paso a la democracia, en una sociedad que es una República, donde el pueblo es el garante de su soberanía.
Rousseau y la botánica
A los 65 años, Jean-Jacques Rousseau descubre la botánica, dedicándose a clasificar hierbas, una actividad que lo tranquilizaba. Está considerado también como el inventor del cuadro comparativo. La abreviatura “Rousseau” es empleada para indicar que Jean-Jacques Rousseau fue el autor de la descripción y la clasificación científica de las hierbas. En esta etapa final de su vida, logró identificar y nombrar 21 nuevas especies.