La palabra revolución está referida a un concepto que tiene aplicación en diferentes áreas, pero que en el campo social, político y económico, y de acuerdo con la historia, está relacionado con cambios bruscos o transformaciones radicales que conllevan hechos violentos.
Es posible que al hablar de revolución no necesariamente estén implicados la violencia, la fuerza, la muerte o los cambios abruptos, como en los casos de la revolución científica y la revolución tecnológica. Sino que el hecho implique cambios consensuados, programados y aceptados por quienes se verán afectados.
Una revolución desde el punto de vista político y social implica, y así lo han demostrado las innumerables revoluciones ocurridas en diferentes países del mundo, varios y profundos cambios en la estructura del poder.
Empezando por lo que ha sido llegar al poder por la fuerza y eliminar todo lo establecido, desde el aspecto institucional, hasta la forma de someter a quienes se opongan o generen resistencia a los cambios propuestos.
Pocas revoluciones políticas han sido pacíficas; una de las más emblemáticas y recientes fue la que se llevó a cabo en la República Democrática Alemana o Alemania del Este, años 1989-1990. Este proceso consistió en la conformación de un cambio social y político que llevó a la última etapa del Partido Socialista Unificado de la RDA.
El proceso concluyó con la transición hacia un modelo de democracia parlamentaria que condujo a la reunificación de Alemania del Este y Alemania Occidental o del Oeste, pero que había comenzado mediante decisiones “libres de violencia, protestas y manifestaciones exitosas”.
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Revoluciones a lo largo de la historia
El origen de una revolución como causa de un movimiento ha sido motivo de estudio y discusión por sociólogos, psicólogos, politólogos y demás científicos sociales. Y la historia ha mostrado que en todas las revoluciones, el proceso se gesta a partir de la necesidad de un cambio.
Social, tecnológico, político o económico, lo cierto es que en estos ámbitos las revoluciones han tenido un desencadenante de violencia. Esto ocurre debido a la imposición de los cambios y a la resistencia en asimilarlos, seguirlos y adaptarlos.
Las revoluciones más emblemáticas, especialmente en el siglo XVIII, son:
La Revolución de las Trece Colonias: un proceso revolucionario que estaba signado por el afán de la descolonización de varias colonias de Gran Bretaña en América del Norte. Fue el conflicto armado entre las 13 colonias de América del Norte y el poder colonial de la corona británica.
De estas transformaciones surgió la nueva nación que hoy se conoce como Estados Unidos de América y que quedó establecida en la historia con la Declaración de la Independencia, el 4 de julio de 1776.
No fueron pocas las batallas, ocupaciones británicas y guerras que se desarrollaron para alcanzar la independencia y la redacción de la Constitución, en septiembre de 1787.
Este paso que dio Estados Unidos fue determinante para comenzar otra gesta revolucionaria ocurrida en 1789, conocida como la Revolución Francesa. Este acontecimiento es un hito en la historia, por cuanto involucró cambios políticos y sociales profundos, así como varios enfrentamientos violentos.
La Revolución francesa: realmente impactó a Francia con los enfrentamientos que produjo y que se extendieron a otros países europeos. Esas pugnas estaban protagonizadas por defensores y opositores del Antiguo Régimen y concluyó con el golpe de estado en 1799 que dio Napoleón Bonaparte.
En Hispanoamérica: también se sintieron las réplicas de estos movimientos revolucionarios y comenzaron las gestas independentistas de las colonias de España y Portugal, conocidas como revoluciones burguesas o liberales.
Estas revoluciones sociales y políticas que buscaban liberarse de la colonización española, significaron conflictos armados que dejaron grandes devastaciones. Los movimientos que se jugaron todo en favor de la libertad, se denominaban patriotas, y se enfrentaban a los realistas, que eran quienes defendían a la Monarquía española.
Todos los países que alcanzaron la independencia y la conformación de sus repúblicas, vivieron guerras civiles o una variada combinación de diferentes formas de guerra que dejaron diezmadas a sus poblaciones.
La Revolución de Octubre: conocida también como Revolución bolchevique o como la Gran Revolución Socialista de Octubre, también es un hecho histórico importante, ocurrido en Petrogrado, República de Rusia.
Ya se cumplieron cien años de este hecho ocurrido en octubre de 1917, y que cambió para siempre la historia, no solamente de Rusia, sino de una buena parte de países de Europa del Este.
El origen de esta revolución estuvo en las reformas profundas, políticas y sociales que exigía la población, por una parte, y por la otra, el empeño del gobierno provisional en continuar la guerra, lo que produjo la aceptación del programa de los bolcheviques.
Los bolcheviques eran el grupo político más radical del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia que dirigió Vladímir Lenin, luego Stalin, cuyas consignas eran “Paz, pan y tierra” y “Todo el poder para los sóviets”, que eran los consejos.
Esas luchas sociales de la revolución dieron lugar al “primer Estado obrero de la historia”, lo que condujo a diversos cambios sociales como los decretos de nacionalización, la reforma agraria, y la disolución progresiva del sistema capitalista y su consecuente sustitución por un sistema de “economía planificada”.
Así mismo, surgió el derecho de autonomía a las nacionalidades conquistadas por el Imperio Ruso, lo que llevó a la conformación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en 1922.
Otras revoluciones del siglo XX
Las revoluciones que conllevaron cambios sociales, políticos y económicos involucraron violencia, movimientos armados, muertes y verdaderas revueltas que implicaron la participación de militares, civiles, cuerpos de seguridad, etc.
Algunas de esas revoluciones son:
- La Revolución del Gran Salto Adelante: Ocurrida entre 1958 y 1961, implicó los planes de reforma económica y social a gran escala de la revolución china, la Revolución Húngara de los Consejos Obreros, entre otros, y que produjeron millones de muertes por hambre.
- La revolución Cubana: que en 1959 llevó a la toma del poder a Fidel Castro. Lo que comenzó siendo un movimiento guerrillero, terminó con el acercamiento a la URSS, marcó una posición antiestadounidense y anticapitalista y se alineó con el bloque socialista.
El saldo de esta revolución, hasta ahora, ha sido:
- 2,5 millones de personas en el exilio
- 20 mil personas ahogadas huyendo hacia Miami
- 7.365 muertos en diferentes hechos
- 5.775 personas fusiladas en los primeros años de revolución
- 16 muertos en huelga de hambre
- 209 muertos por negación de asistencia médica
- 20.000 presos políticos en los últimos años.
Vamos, que ni siquiera os habéis dignado a decir donde nació el término y a que fue aplicado, para que el lector pueda aplicarlo e interpretar los hechos por sí mismo. Visto esto, la primera gran revolución sería la cristiana en el Imperio Romano.
Desde luego la francesa no terminó con Napoleón, terminó con el terror, aunque quisieran equiparar la voz al término revolución. Como se hace hoy en día con la igualdad y los privilegios ante la ley propios del antiguo régimen y sus jurisdicciones especiales.
Y no comento más, pero espero que la sopa boba robada al trabajador este caliente.