Seguro que cuando te encuentras mal recuerdas algún remedio natural que te daba tu abuela de niño para curarte y quisieras tenerla a mano. Existen cientos de plantas que, usadas como tés, cataplasmas, en forma de tinturas o como aceites esenciales resultan de utilidad para mejorar nuestra salud. Muchas de estas plantas medicinales también pueden usarse de forma preventiva, pues esos compuestos que poseen favorecen el buen funcionamiento de nuestro cuerpo.
Si eres de los que se decanta en primera instancia por un remedio natural y, además, eres algo “manitas” para el cultivo de plantas, lo ideal es que tengas tu pequeño huerto casero. Esta actividad no solo te proporcionará la facilidad de tener a mano el alivio para muchas dolencias comunes, sino que te dará la satisfacción de cultivarlas tú mismo. Aquí te vamos a contar un poco por qué las plantas tienen compuestos medicinales, darte datos sobre algunas de ellas y qué plantas medicinales puedes cultivar en casa.
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Por qué las plantas tienen compuestos medicinales
Las plantas producen infinidad de compuestos que tienen algún sentido en sus funciones vitales, aunque por supuesto, para ellas no son medicinales. Las plantas producen metabolitos primarios, de importancia primordial para su funcionamiento básico (fotosíntesis, respiración, etc.) y que son comunes a todas ellas. Además, producen metabolitos secundarios que, si bien cumplen funciones importantes, no son esenciales para el funcionamiento básico específico de la planta.
Por eso, los metabolitos secundarios difieren entre los grupos de plantas y también pueden cumplir funciones diferentes en cada una. Unos corresponden a pigmentos, que los vemos en las flores, los frutos y algunas hojas coloreadas. Otros les sirven de protección contra insectos. Otros impiden que otras plantas crezcan a su alrededor. Es decir, en general, median en todas las interacciones ecológicas que establecen las plantas con su ambiente.
¿Si es natural significa que es inofensivo?
¡Cuidado! Muchas veces creemos que, como son plantas, su uso es completamente inofensivo y que podemos utilizarlas sin mayor preocupación. ¡Nada más lejos de la verdad! Si bien las plantas han sido usadas desde los orígenes de la humanidad para tratar ciertas afecciones, y la mayoría ha demostrado beneficios para nuestra salud, también muchos venenos y sustancias tóxicas son productos naturales.
Otro cuidado que debemos tener es cuando se consumen junto con algunos medicamentos, pues podrían potenciar o mitigar el efecto del fármaco. Es preferible que, ante cualquier duda, consultes con tu médico sobre el beneficio de consumir plantas medicinales dependiendo de tu condición de salud.
Pautas generales para comenzar a cultivar plantas medicinales
- Para empezar a cultivar tus plantas medicinales puedes hacerlo a partir de plantones que venden en los viveros comerciales y que han sido germinados adecuadamente. Este es un detalle importante si quieres que tus plantas medicinales duren y estén sanas. Una vez en casa, solo necesitas trasplantarlas y comenzar a cuidarlas tú.
- Si las quieres sembrar de manera individual, las macetas para el cultivo de plantas medicinales en casa no requieren ser profundas; las de 20 cm son ideales. Si tu idea es cultivarlas en una maceta más grande en la que coloques varias, ten presente que debes dejar espacio suficiente entre una y otra.
- Junto con la maceta, la elección del sustrato también es importante para tus plantas medicinales. Lo ideal es que tengan un buen drenaje. Para esto, coloca piedras medianas en el fondo de la maceta, junto con arena, y después rellena el resto con tierra de buena calidad. Puedes agregarle algo de humus de lombriz o compost casero.
- Tus plantas medicinales necesitan entre 5 y 6 horas de luz al día, no tiene que ser a pleno sol, pero sí buena iluminación. Evita los sitios con corrientes de aire que puedan dañarlas.
- El riego es sumamente importante. Puesto que no siempre es fácil decidir cuánta agua requiere nuestra planta medicinal, lo ideal es que coloques bajo la maceta un plato en el cual puedas añadir agua. De esta forma, la planta irá absorbiendo el agua en la medida que la requiera.
- ¡Ya tienes tus plantas medicinales listas para comenzar a cosechar! Utiliza una tijera limpia para cortar pequeñas ramitas, que volverán a crecer y seguirán produciendo nuevas ramitas.
Plantas que puedes cultivar en casa fácilmente
Lavanda
Su suave fragancia impregna el aire con su aroma y puede usarse tanto fresca como seca. Es una planta medicinal muy versátil por la cantidad de compuestos presentes en su aceite. Posee efectos calmantes y relajantes que ayudan en el tratamiento de la ansiedad, la depresión o el insomnio. También tiene propiedades antisépticas y su aroma ayuda a repeler algunos insectos, como las polillas.
La lavanda se puede usar en forma de té para ayudar a desinflamar la vejiga y otros problemas urinarios, un paño caliente impregnado en agua de lavanda ayuda a mejorar el dolor de cabeza, y frotar aceite de lavanda sobre las articulaciones ayuda a aliviar los dolores reumáticos.
Manzanilla
Puedes amarla u odiarla, lo que no puedes es negar los beneficios que tiene. La manzanilla contiene gran cantidad de componentes medicinales. Tal vez su beneficio más conocido como planta medicinal sea para el alivio de problemas digestivos: acidez, dolor de estómago, gases, mala digestión…
Otro de sus grandes valores es su cualidad para desinflamar y su uso como antiséptico: en el caso de quemaduras, hemorroides, hinchazón de ojos, irritaciones de la piel, conjuntivitis, llagas en la boca. Además, ayuda en casos de insomnio y de nerviosismo.
Ajo
El ajo es, tal vez, uno de esos productos naturales poco valorado como medicinal. Claro, es tan rico en las comidas, que pasamos por alto otros beneficios que puede proporcionarnos como planta medicinal. El ajo se ha usado como anticoagulante, antibiótico, repelente y antioxidante, y podemos usarlo en afecciones que atacan desde los oídos hasta la punta del pie.
Sus propiedades más conocidas están relacionadas con el aparato circulatorio: mejora la circulación previniendo la hipertensión, y regula los niveles de colesterol y triglicéridos. ¿Algo que tal vez no sabías sobre el ajo? Favorece la pérdida de peso pues, al comerlo, se producen señales de saciedad que van a nuestro cerebro. Ayuda también a la función metabólica y a la quema de calorías.
Perejil
Otro de nuestros grandes aliados en la cocina ¡y en la salud! El perejil posee vitamina A, vitaminas del grupo B y gran cantidad de vitamina C. Además, es rico en minerales como magnesio, fósforo, zinc, calcio y hierro. La presencia de vitamina C y hierro ayudan en el combate de la anemia. Usándolo con los alimentos o en té ayuda a superar procesos inflamatorios.
También, el uso de su zumo sobre la piel elimina o disminuye las manchas. Es un excelente depurativo y diurético que contribuye a la eliminación de toxinas y a reducir la retención de líquidos. En algunos casos, se ha demostrado que tiene efectos protectores sobre el hígado.
Albahaca
Sí, es maravillosa en una salsa, pero tiene un valor aún mayor como activadora del sistema inmune, ayudando en procesos de fatiga y depresión. Un zumo de hojas de albahaca ayuda a aliviar los síntomas de la bronquitis, catarros e inflamaciones de garganta.
También actúa sobre el tracto digestivo, favoreciendo la digestión y previniendo las flatulencias. Hacer una infusión con hojas de albahaca fresca y gotas de limón calma los espasmos intestinales. Esta planta medicinal es un gran regulador del sistema nervioso.
Aloe vera o sábila
La sábila, o aloe, es otra de esas plantas que hay que tener siempre a mano por sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias. Su efecto emoliente y suavizante se complementa con altos valores de vitaminas: A, B1, B2, B6, C, E, ácido fólico, minerales y aminoácidos esenciales en el tratamiento de daños en la piel.
Es un excelente potenciador de la regeneración celular y del crecimiento de nuevos tejidos, por lo que su baba está recomendada para aliviar quemaduras, heridas, y otras lesiones de la piel como úlceras. Su jugo, usado en frío como supositorio, alivia las molestias causadas por las hemorroides, pues ayuda a desinflamarlas.
Tomillo
Planta muy versátil y con variadas propiedades terapéuticas, el tomillo ha estado siempre presente en la cocina, pero es también aliado de nuestra salud. De entre todas sus facultades medicinales, destacan su poder antiséptico y descongestionante. Su uso principal es en forma de aceite esencial, aunque también se consume en forma de infusión. Es un excelente antimicrobiano, demostrando efectividad contra cepas resistentes a antibióticos.
También tiene un gran poder vermífugo, es decir, combate la presencia de lombrices en el intestino, por ejemplo. De sus propiedades más curiosas podemos resaltar su efecto equilibrador de los niveles de progesterona, lo que ayuda a aliviar los síntomas de la menopausia. También ayuda a aliviar el síndrome premenstrual.