El término conservador define a aquella persona, institución u organización que mantiene, resguarda, respeta y protege. Que favorece la prolongación y continuación de las formas de vida establecidas.
El conservadurismo tiene raíces, expansiones y nexos en lo político, religioso, social y económico. Ha intervenido en la vida de todos los países, definiendo desde las formas de gobierno hasta las formas de desarrollo económico, que, inicialmente se inclinaban hacia el proteccionismo de Estado, y que, en la actualidad, abogan por el libre mercado.
El conservadurismo está referido a un conjunto de actitudes, posiciones y enfoques sociales, políticos e ideológicos que son contrarios a las ideas de cambio radical. Es decir, a ideas revolucionarias que releguen el orden establecido y lo sustituyan por otros modos de vida en todos los ámbitos.
Esta corriente política no coincide con acciones progresistas, pues respalda la perpetuación de valores religiosos, familiares y sociales; y, en caso de que exista una necesidad imperativa de cambios, estos deben ser paulatinos y controlados.
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¿Cuándo nació el conservadurismo?
El conservadurismo como ideología nació después de la Revolución Francesa, en 1789, en contraposición a las ideas progresistas que buscaban la erradicación del orden que imperaba, y procuraba el mantenimiento de las tradiciones.
El término conservador surgió a principios del siglo XIX para hacer referencia a los puntos de vista contrarios a las ideas de libertad de la Revolución Francesa, en defensa del llamado Antiguo Régimen y en contra de la llamada Ilustración.
La Ilustración fue un movimiento surgido en Europa (específicamente en Francia, España y Alemania) a mediados del siglo XVIII que promovió cambios profundos en lo cultural y social, y es considerado uno de los más radicales surgidos dentro de la Revolución Francesa.
El conservadurismo, por lo tanto, es una ideología de derecha o centroderecha que protege los valores establecidos como base para la gobernabilidad. Mantiene tres aspectos de la sociedad como los pilares de sus fundamentos:
- La familia
- La religión
- La nación
Así como la tradición de la sociedad para asegurar la continuidad de lo establecido. Su principal función ha sido la de regular, mas no frenar o detener, el progreso de la sociedad, marcado por la necesidad de cambio y de adaptación.
Es posible que en materia política el conservadurismo muestre algunas incongruencias, debido a que la lucha en contra de lo establecido haya llevado al poder a un grupo “progresista” que luego haya hecho de esa ideología de avanzada una nueva forma de conservadurismo.
El mejor ejemplo de esta incongruencia es el régimen de Fidel Castro en Cuba, quien por medio de un golpe de Estado contra el presidente Fulgencio Batista rompió con el conservadurismo que mantenían la iglesia y la política, e impuso su modelo revolucionario.
Sin embargo, sesenta años después, esos mismos revolucionarios pasaron a ser conservadores, pues defienden el mismo modelo y sistema de gobierno que impusieron por la fuerza desde hace más de medio siglo.
En cuanto a lo económico, el conservadurismo se ha opuesto al libre mercado, un sistema en el cual el precio de los productos, bienes o servicios (en todas sus dimensiones) está determinado entre vendedores y compradores mediante las leyes de la oferta y la demanda, es decir, sin la intervención ni el proteccionismo del Estado.
La oposición al libre mercado por parte del conservadurismo cambió en el siglo pasado cuando las tendencias económicas dieron un vuelco a partir del empuje de una economía liberal, las cuales eran promovidas por el sistema capitalista que se fue gestando y que entró en vigencia, en algunas partes mediante reformas y en otras debido a la dinámica del propio mercado.
En ese sentido, las posturas conservadoras suelen aproximarse al espectro ideológico de la derecha o de centro-derecha, aún con cierta resistencia al cambio social.
¿Cuáles son los valores que defienden los conservadores?
Los conservadores defienden la tradición, el orden establecido en lo religioso, social y económico, así como algunas posturas políticas y morales.
En lo que se denomina el orden establecido está el centralismo, como parte de la estructura del poder desde donde surgen las decisiones.
El orden y la estabilidad también son fundamentales para los conservadores, para quienes los movimientos de cambios sociales que pudieran surgir son llamados anárquicos.
La religión y defensa de la iglesia son también parte del conservadurismo, pues se consideran son fundamentales para la sociedad.
Otros valores defendidos por el conservadurismo son el nacionalismo, con la protección de lo local, y la tradición, valor donde la familia juega un papel primordial y privilegiado.
Conservadurismo y liberalismo
Para hablar de conservadurismo es necesario hacer referencia al liberalismo, y a las contraposiciones que se mantienen entre ambos, pues son fundamentos que aunque prevalecen, se contraponen en la actualidad.
Ambas son parte de la edad moderna y han sido la razón de diversas y evidentes confrontaciones políticas, llegando, incluso a ocasionar guerras, como las que surgieron en Latinoamérica a finales del siglo XIX (emancipación e independencia) y principios del XX.
Por un lado, el liberalismo surge de la libertad individual y social como creencia, mientras que los conservadores se basan en el orden y el control.
El liberalismo procura la consolidación de los valores mundiales de la igualdad, fraternidad y libertad que fueron la premisa de la Revolución Francesa, pero el conservadurismo antepone los valores tradicionales nacionalistas.
Mientras el liberalismo y el progresismo buscan un cambio social como un valor intrínseco de la sociedad, los conservadores reafirman las estructuras tradicionales.
Tampoco se pueden dejar de mencionar dos grandes aspectos que abarca el conservadurismo, como son el conservadurismo político y el conservadurismo social.
El primero se aplica a las ideas fundamentales de respeto a la autoridad y al Estado paternalista, férreo e inverso al modelo individualista del liberalismo, con una relación jerárquica vertical y rígida que establece el orden entre lo político y los ciudadanos.
Y el conservadurismo social relacionado con el rechazo a las libertades individuales y donde se elimina, de plano cualquier discusión sobre temas trascendentales como la despenalización del aborto, las reivindicaciones sociales a los grupos homosexuales o sexodiversos y la igualdad de género, entre otros.