En la actualidad, todos asocian la palabra casino con una gran variedad de establecimientos en Las Vegas, Macau, Montecarlo o Macau. Incluso, hoy en día, al escuchar a alguien hablar de casinos, también podemos pensar en casinos online y cómo estos se han establecido en el mundo de las apuestas. Sin embargo, a pesar de la expansión que ha tenido esta actividad, no todos conocen el primer casino del mundo, el cual está ubicado en Italia.
Aquí está la historia del casino más antiguo del mundo, el Casino di Venezia, el cual abrió sus puertas en el año 1638. Este majestuoso edificio ubicado en el Grand Canal en la hermosa Venecia aún recibe jugadores provenientes de todas las esquinas del mundo, al igual que turistas curiosos por presenciar este hito histórico.
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El inicio de la historia del Casino di Venezia
El edificio en donde años más tarde se encontraría el Casino di Venezia, fue construido en el siglo 15 bajo la orden de Andrea Loredan, un rico coleccionista de la época. Esta monumental pieza de arquitectura fue diseñada por Mauro Codussi, afamado arquitecto de la época. El edificio es un claro ejemplo del diseño Renacentista, todo sobre él grita grandeza y opulencia; sus paredes fueron pintadas por famosos maestros de la pintura y adornadas por numerosas pinturas de increíbles artistas italianos.
De acuerdo con el plan original, el edificio fue construido para ser el hogar del Teatro de St. Moses, abriendo sus puertas en el año 1638. La historia del Casino di Venezia comenzó también en ese momento, debido a que, en los descansos entre las presentaciones, los espectadores y actores aprovechaban de jugar en un ala aparte que estaba ambientada para este tipo de actividades.
En teoría, el casino era accesible para todo tipo de clases de la sociedad, pero, en realidad, solo era visitado por las personas más ricas de la región. Eso se debía a que los juegos solo eran por apuestas realmente grandes y además el casino exigía un código de vestimenta que no todos podían seguir. Entre los visitantes más conocidos en aquel momento se encontraban Lorezo Da Ponte, Jean-Jaques Rousseau y Giacomo Casanova.
Este casino en el teatro causó una gran demanda en el mundo de las apuestas. Antes de su inauguración, las apuestas eran ilegales, no porque fueran prohibidas, sino porque no había necesidad de legalizarlas. Con el tiempo, otros casinos comenzaron a aparecer y las autoridades decidieron regular este campo para poder aplicar impuestos. Para el año 1744 ya existían más de 120 establecimientos de apuestas en la región. Sin embargo, para 1774, se ilegalizaron las apuestas a un nivel legislativo y todos los establecimientos tuvieron que cerrar.
Casi 200 años sin casino
De hecho, luego de esta legislación, pasaron al menos 2 siglos antes de que este edificio funcionara nuevamente como casino. Durante un tiempo, se convirtió en propiedad de la Monarquía Italiana y la familia real lo estableció como su residencia.
Años más tarde, el palacio fue vendido varias veces; sin embargo, todos sus ocupantes pertenecieron a la nobleza. Uno de sus ocupantes más relevantes fue el compositor alemán Richard Wagner, quien residió allí en el siglo 19, desde 1858, hasta su muerte en 1883.
Eventualmente, en el año 1946, el edificio pasó a convertirse en propiedad de la ciudad. Las autoridades lo compraron, lo renovaron y decidieron abrir un casino allí en el año 1959, justo después de levantarse el decreto que ilegalizaba los casinos. Fue en ese momento cuando el palacio recibió su nombre legendario, Casino di Venezia.
Una nueva página en su historia
Luego de su apertura oficial, el casino rápidamente recuperó su antigua gloria. Además, ahora que el espacio estaba totalmente dedicado a las apuestas, había mucho más espacio para jugar y disfrutar de la camaradería del ambiente. Gracias a la expansión, ahora el casino ocupaba los tres pisos del palacio y podía ocupar muchos más visitantes que en sus inicios.
Desde ese momento, el Casino di Venezia ha estado operando exitosamente y entreteniendo a miles de visitantes. En la actualidad, aparte de su área de apuestas, el palacio cuenta con dos restaurantes, un jardín privado con vista al Grand Canal, además de ser hogar del Museo Wagner, el cual inició sus operaciones en el año 1995. Para acceder a este, los usuarios pueden tomar un bote gratuito.
Aunque el Casino di Venezia aún tiene su atmósfera renacentista característica, la manera de apostar y el entretenimiento es bastante moderna. Además de los típicos juegos de cartas y la ruleta, los apostadores tienen acceso a más de 600 máquinas tragamonedas de todo tipo. Este recinto no es solo el casino más antiguo del mundo, sino que es un excelente ejemplo de la arquitectura clásica y un monumento histórico.