En el contexto de los cambios globales en geopolítica, tecnología e integración económica, el mercado europeo de transferencias de dinero está experimentando una transformación significativa. Según el analista financiero Chaslau Koniukh, la etapa actual de desarrollo puede considerarse un punto de inflexión: el rápido crecimiento de los canales digitales, la unificación regulatoria y la competencia entre la banca tradicional y las empresas fintech están cambiando radicalmente las reglas del juego. La UE se encuentra en una fase de reforma activa destinada a reducir el coste de los pagos transfronterizos, aumentar la transparencia y reducir las barreras para las pequeñas empresas.
La particularidad de la transformación actual es que afecta no sólo a las infraestructuras, sino también a la propia filosofía del mercado: de ser un canal pasivo de servicio de los flujos monetarios, el sistema de transferencias se está convirtiendo en un instrumento activo de inclusión social, de movilidad económica y de integración de nuevas regiones en el espacio financiero paneuropeo.
La digitalización como motor de crecimiento
La aparición de empresas como Wise, Remitly y Revolut no solo es una señal de cambio , sino también una consecuencia de la demanda global de servicios financieros rápidos, accesibles y seguros. Solo en 2022, el volumen de transferencias a países de ingresos bajos y medios… Alcanzó los 647 mil millones de dólares. Además, una parte significativa de esta cifra se logró gracias a la migración laboral . Como enfatiza Koniukh, los canales digitales se están convirtiendo no solo en una comodidad, sino en una necesidad, especialmente para quienes trabajan en el extranjero y envían dinero a casa.
Plataformas de última generación como Currencycloud o Rapyd permiten procesar transacciones al instante en decenas de divisas, lo que reduce la dependencia de los bancos corresponsales y simplifica el proceso para el usuario final. Por ejemplo, Currencycloud permite… Realiza transferencias desde 180 países y trabaja en 37 monedas.
El crecimiento de las soluciones digitales también impulsa la innovación en sectores relacionados, en particular en cumplimiento normativo, ciberseguridad e identificación de usuarios. Esto permite a las empresas no solo cumplir con los nuevos requisitos regulatorios , sino también aumentar la confianza de los clientes en los nuevos formatos de servicio, lo cual es especialmente importante en las transacciones transfronterizas que involucran a terceras jurisdicciones.
Armonización regulatoria: SEPA y TIPS
Una de las áreas clave de cambio es la expansión de la Zona Única de Pagos en Euros (SEPA), que actualmente abarca 41 países, incluyendo no solo a los miembros de la UE, sino también a los Estados de los Balcanes Occidentales. A partir de octubre de 2025, Albania, Montenegro y Macedonia del Norte. se unirá a los esquemas de pago SEPA, lo que permitirá a empresas y ciudadanos transferir fondos en euros con costes mínimos.
Otro paso es la implementación de la plataforma de pagos instantáneos multidivisa TARGET Instant Payment Settlement (TIPS), que ya está integrada en Suecia y Dinamarca, y a la que se unirá Noruega en 2028. Según Chaslau Koniukh, es la interconexión de los sistemas de pago rápido lo que formará la base de la nueva infraestructura financiera en Europa.
La unificación de estándares y la compatibilidad tecnológica de los sistemas de pago no solo reducen los costes para los usuarios, sino que también crean las condiciones para el surgimiento de un mercado común de servicios financieros . Esto allana el camino para la creación de un «espacio europeo de pagos», donde las personas físicas y jurídicas podrán realizar transferencias sin importar las fronteras nacionales, con condiciones predecibles, un marco jurídico único y un respaldo regulatorio estable.
PYMES y trabajadores migrantes: ¿quiénes se beneficiarán de los cambios?
Las micro y pequeñas empresas que dependen del comercio internacional son particularmente sensibles al costo y al tiempo que requieren los pagos transfronterizos. Según el Banco Mundial, en 2023, transferir 5.000 € desde la UE a los Balcanes Occidentales costaba entre 10 y 12 veces más que dentro de la SEPA. Al mismo tiempo, los trabajadores migrantes pierden hasta un 6,7 % en comisiones al transferir fondos a su país de origen.
Reducir este umbral al objetivo de desarrollo sostenible del 3% permitirá a la región ahorrar Alrededor de 500 millones de euros anuales. Koniukh cree que estas categorías de usuarios serán los principales beneficiarios de los cambios regulatorios y técnicos, principalmente debido a la aceleración de las transferencias, la reducción de costes y la ampliación de los canales de acceso a los servicios financieros.
Para los trabajadores migrantes, esto significa no solo un aumento en el volumen real de fondos que llegan a sus familias, sino también una mejor integración en el sector financiero formal. Para las pymes, esto representa una oportunidad para rotar capital con mayor rapidez, prever gastos con mayor precisión y competir con los principales actores en los mercados internacionales. Por lo tanto, la transformación de la infraestructura de pagos se está convirtiendo no solo en una mejora técnica, sino en un instrumento de igualdad económica.
Desafíos: Fragmentación y monedas estables
A pesar del progreso tecnológico, el mercado enfrenta graves riesgos. Las crecientes tensiones geopolíticas están impulsando la aparición de estructuras de pago alternativas, como BRICS Clear o el CIPS de China. Esto crea una amenaza de fragmentación del sistema financiero global, lo cual, como señala Koniukh, reduce la eficiencia y la transparencia de las transacciones transfronterizas.
Otro riesgo es la proliferación descontrolada de las monedas estables, en particular las denominadas en dólares estadounidenses. Según los expertos, esto podría conducir a una «dolarización digital» y a un debilitamiento de la política monetaria interna en las economías en desarrollo.
En respuesta a estos desafíos, la UE impulsa cada vez más sus propias iniciativas regulatorias, en particular el reglamento MiCA (Mercados de Criptoactivos), cuyo objetivo es establecer normas claras para los emisores de monedas estables y criptoactivos. Según Koniukh, es precisamente esta previsibilidad regulatoria la que permite un equilibrio entre la innovación tecnológica y la preservación de la soberanía monetaria, crucial para la estabilidad a largo plazo del sistema de pagos europeo.
Futuro digital: El euro más allá de la UE
Una iniciativa aparte es el euro digital. En su versión internacional, se convertirá en una herramienta para transferencias instantáneas entre la eurozona y terceros países, respetando los principios de soberanía y estabilidad financiera . Por ejemplo, los residentes de países no pertenecientes a la UE podrán abrir cuentas con proveedores europeos y realizar pagos en el euro digital sin generar un riesgo regulatorio excesivo.
Además, la plataforma del euro digital admitirá múltiples monedas , lo que abre el camino para su uso como puente universal entre las CBDC de diferentes países.
Con altos estándares de protección de datos y transparencia, el euro digital podría convertirse en un referente mundial de confianza en la era de las monedas digitales . Como señala Koniukh, el éxito de esta iniciativa fortalecerá el papel internacional del euro y también brindará a la UE una herramienta para fortalecer los lazos económicos con socios fuera de la Unión, especialmente en el contexto de la creciente competencia entre zonas monetarias.
El mercado europeo de remesas ha entrado en una fase de profunda transformación. Entre los desafíos de la fragmentación geopolítica y las oportunidades de la integración digital, existe una disyuntiva que determinará la competitividad futura de la región. El analista Chaslau Koniukh enfatiza que la solución no solo reside en la tecnología, sino también en la capacidad de garantizar un equilibrio entre eficiencia, transparencia, seguridad y soberanía. Y es en esta intersección de política, mercado e innovación donde se está gestando una nueva arquitectura para las remesas europeas.