Cada vez somos más conscientes del daño que le hacen al medio ambiente muchas de las actividades que realizamos o de los hábitos que tenemos. Y, al final, si tan solo lo pensamos un poco, podemos modificarlas para reducir un daño que puede llegar a ser irreversible.
En todos los espacios y situaciones en las que nos desenvolvamos existen formas sencillas de contribuir con el medio ambiente.
Contenido
Contribuir con el medio ambiente desde casa
Eduquemos a los peques… ¡y a los no tan peques!
Durante su aprendizaje, los más pequeños de la casa pueden ir desarrollando la conciencia sobre el cuidado del medio ambiente. Por supuesto, para lograr este objetivo, los no tan peques también deben mostrar interés por la conservación. Respetar el medio ambiente en todos sus componentes, hacer un uso eficiente del agua y la energía y reciclar son conceptos sencillos que pueden ir aprendiendo desde muy chiquitos. Al final, todo es cuestión de hábitos para contribuir con el medio ambiente.
Prácticas sencillas del día a día
Posiblemente muchas de ellas ya las realizas de forma automática, ¡y esa es la idea! Debemos incorporar los hábitos para contribuir con el medio ambiente en nuestra forma de ser, en nuestra forma de comportarnos, es decir, en nuestra esencia. Veamos algunos hábitos que pueden tener gran impacto en la conservación del medio ambiente:
- Mientras te cepillas los dientes o mientras te enjabonas, cierra el agua.
- Si no estás viendo la tele, apágala. Desconecta también cualquier otro aparato eléctrico que no estés usando, incluso el cargador del móvil.
- Espera a tener la carga completa en la lavadora o el lavavajillas para ponerlos a funcionar. No dejes la nevera mucho tiempo abierta.
- La calefacción o el aire acondicionado, solo lo necesario; representan un enorme gasto energético.
- Aprovecha la luz natural durante el día y utiliza bombillas de bajo consumo para la noche.
- Recuerda las tres R: reutiliza, recicla y reduce. Separa los residuos y prepara compost casero. Aprovecha el papel usado, bricks, cajas, latas y dales una nueva vida. Reutiliza las bolsas de plástico, prefiriendo las que son biodegradables. Reduce el plástico de un solo uso.
Contribuir con el medio ambiente desde tu comunidad
Planta árboles
Los árboles son vida. Reducen grandemente la concentración de CO2 en la atmósfera, reducen la temperatura bajo su sombra y amortiguan los efectos de la lluvia ácida. Además, proveen de oxígeno al ambiente, crean refugio para animales y reducen la erosión del suelo. Finalmente, rompen con la contaminación visual que se produce en muchas grandes ciudades.
Protege las fuentes de agua
No tires desechos de pintura, aceite u otros químicos a las fuentes de agua natural que haya en tu comunidad. Tampoco los tires en el suelo, pues alcanzan las aguas subterráneas que igualmente llegan a mares y océanos.
No tires basura
¿Obvio? No tanto. Mucha gente no considera como «basura» las colillas de cigarrillo, el chicle, pequeños papeles o bolsas y los tiran en cualquier rincón. Recoger la caca de los perros en bolsas plásticas resuelve un problema por una parte, pero genera basura no biodegradable por otra. Utiliza papel periódico cuando lleves a pasear a tu perro.
Y, ¿qué tal contribuir con el medio ambiente cuando viajas?
Practica el eco-turismo
El eco-turismo es una de las actividades que más puede ayudar a alcanzar un desarrollo sostenible y contribuir con el medio ambiente. Por una parte, el eco-turismo busca favorecer a las comunidades que ofrecen hospedajes y rutas ecológicas como forma de empoderarlos. Les permite desarrollar sus culturas y sus formas sostenibles de explotar el medio ambiente. Por la otra parte, les ofrece a los turistas la posibilidad de desarrollar una mayor conciencia ambiental y aprecio por la naturaleza. Les proporciona nuevas experiencias personales a través de la comunicación con otras formas de sociedad y culturas.
Si eres más de usar el coche…
Una forma de reducir el daño que le hacemos al ambiente, es decir nuestra «huella de CO2», cuando viajamos es manteniendo el coche a punto. Revisa siempre que los neumáticos tengan la presión adecuada. Usa el aceite recomendado por el fabricante para el motor de tu coche. Disfruta del aire natural en donde se pueda. Si puedes hacerlo, utiliza alguna forma de transporte masivo –autobús o tren– para llegar a tu sitio de vacaciones. El avión es uno de los medios de transporte que más emisiones de CO2 produce.
Calcula tu huella ecológica
Existen algunas aplicaciones web que te permiten calcular tu huella de CO2 o huella ecológica. Para eso, toman en cuenta tu consumo de energía, de agua, de materiales –y los residuos que produces– y de transporte. Con la encuesta sobre energía, puedes conocer cómo es tu consumo tanto en cantidad como en calidad de acuerdo al tipo de combustible que uses. Con la encuesta sobre el agua, puedes conocer tu consumo desde lo más básico del aseo personal hasta el riego de las plantas.
También puedes conocer cómo es tu consumo con respecto a materiales y producción de residuos. Un dato grueso señala que, en España, cada habitante produce kilo y medio de basura por día, lo que representa 550 kg al año. La materia orgánica representa cerca del 40%, papel y cartón más del 20%, plástico 11% y el resto constituido por otros tipos de desechos.
Finalmente, pero no menos importante, puedes conocer también tu consumo cuando te movilizas en el día a día. Considera las diferentes formas de transporte que utilizas, el tráfico que consigues, los desplazamientos por trabajo o por compras cotidianas, viajes de trabajo y vacaciones.
Recuerda que contribuir con el medio ambiente es una actividad de todos los días. No vale aquello de que «es solo uno» porque, si todos pensamos igual, estaremos multiplicando el daño que le hacemos al planeta. Solo tenemos un sitio donde vivir y no hay plan B. Contribuir con el medio ambiente debe formar parte de nuestra esencia y, para eso, la educación ambiental debe comenzar lo antes posible.