La luz solar es una fuente de energía renovable buena para el medioambiente y para la economía doméstica, ya que permite ahorrar en las facturas de la luz.
Este tipo de energía puede aprovecharse tanto para electricidad como para calentar agua o regar huertos y plantaciones.
Uno de los mayores problemas actuales es el aumento de la contaminación y el calentamiento global, que ya están provocando estragos en todo el mundo y alterando los ecosistemas. Y no solo eso, si no que ya empieza a haber lo que se conoce como refugiados/as climáticos/as, que deben abandonar sus lugares de origen porque ya no es posible cosechar nada o incluso encontrar agua. Parte de toda esa contaminación y daño al planeta vienen del uso de recursos no renovables, como el carbón, o el uso de la energía nuclear. Por eso, parte del cambio viene de usar energías renovables, aprovechando la fuerza del agua, el viento o el sol. Si bien los gobiernos y grandes compañías son parte indispensable del cambio, cada persona puede también conseguir mejoras, ya que cada grano de arena cuenta.
Así, hoy en día es cada vez más sencilla instalar placas solares en la vivienda, para lograr generar nuestra propia electridad. Lo primero es quitarse el miedo de optar por este tipo de energías. Muchas personas temen al llamado “impuesto al Sol”, que si bien es cierto que existe, solo tasa a partir de una determinada cantidad de energía a la que la mayoría de viviendas unifamiliares no suelen llegar. Y aún llegando, compensa, ya que nos deshacemos de los quebraderos de cabeza que traen las cada vez más caras e impredecibles facturas de la luz. Una vez instaladas, las placas solares solo necesitan revisarse periódicamente y nos abastecerán durante años.
Además de ser buena para el medioambiente, la energia solar es buena para nuestra economía doméstica, ya que nos permitirá ahorrar entre un 25 % y un 50 % de la cantidad que gastamos en luz. Aunque es necesario hacer una inversión inicial, ésta se amortiza en poco tiempo; además de que hay empresas que permiten pagar a plazos la compra y la instalación de las placas fotovoltáicas. Por otra parte, los paneles o placas solares son cada vez más pequeños y discretos gracias a que cada vez se investiga y avanza más en este sentido, debido a la caducidad de las energía no renovables y la urgencia de dejar de ser dependientes de ellas.
Es importante recordar que la energía que proviene del astro rey es inagotable y además no contamina. Una vez que las placas acaben su vida útil, es posible reciclarlas gracias a sus materiales. Por otra parte, las placas no solo funcionan cuando el cielo está despejado y sin nubes, si no que son capaces de acumular la energía y dar luz a la casa -por ejemplo- aunque no haga calor.
Y este tipo de energía tiene muchos más usos que simplemente iluminar la vivienda. Además de para generar electricidad, es posible usar la energía solar para calentar agua, regar plantaciones, alumbrar exteriores o ser usada para vehículos solares, cada vez más en auge.