Zero Waste es una filosofía de vida propuesta por la francesa Bea Johnson. En un principio, fue una forma de vida para que su familia viviera sin generar basura. Luego quiso llevar su mensaje a más y más personas. Así, inició su cruzada a través de un blog llamado Zero Waste Home.
Posteriormente, escribió un libro del mismo nombre, traducido a 11 idiomas y que le ha permitido dar a conocer su idea por todo el mundo. Su última propuesta ha sido Bulk, una app en la cual indica lugares de compras a granel para eliminar el uso de recipientes desechables.
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Zero Waste Lifestyle: otra forma de vivir
Siendo joven, Bea se mudó a vivir a los Estados Unidos donde conoció a su marido. Rápidamente adoptó el estilo de vida estadounidense, tremendamente consumista y productor de desechos. Sin embargo, en poco tiempo, se dio cuenta de que eso no le proporcionaba felicidad.
El matrimonio decidió, entonces, mudarse de San Francisco a un lugar más tranquilo en las cercanías. Todos los contratiempos por los que debieron pasar durante la mudanza, les permitieron reconocer que podían vivir cómodamente con lo mínimo indispensable. Surgió así la idea del Zero Waste Lifestyle.
Las reglas del Zero Waste
La primera regla, rechazar. Es lo primordial. Y reducir lo superfluo. Luego, reutilizar. El reciclaje debe quedar como última opción, pues no reduce en sí la producción de desechos. Los desechos se reducen solo cuando se reduce el consumo. Es lo que se llama «economía circular».
En resumen, la filosofía Zero Waste se trata de llevar una vida organizada, en la que únicamente se compre «lo justo y necesario». ¿Algunas ideas que ella propone y pone en práctica en su día a día?:
- Comprar todo a granel y en la cantidad suficiente, pero no de más.
- Usar bolsas de tela y toallitas lavables en lugar de algodón.
- Comprar de segunda mano. En su casa, la mitad de los muebles, la decoración y la ropa son de segunda mano.
- Rechazar los plásticos de un solo uso, la publicidad impresa, los regalos promocionales y los productos no sustentables.
- Aprovechar los desechos orgánicos para compostar.
- Usar solo recipientes de vidrio, incluso para carne, pescado, fiambres o queso.
Algunos números interesantes
- La promoción de la filosofía Zero Waste ha llevado a Johnson a contar con más de 350K seguidores en redes sociales.
- Actualmente, su libro ya ha sido traducido a más de 25 idiomas.
- Ha dictado charlas sobre el tema en más de 65 países, con más de 100 apariciones en televisión.
- …¡y en su casa se genera únicamente un cuarto de galón (aproximadamente un litro) de desechos al año!
¿Por qué es necesario llevar un estilo de vida Zero Waste?
Lo normal hoy día es «usar y tirar» indiscriminadamente, sin reusar, y muchas veces sin siquiera reciclar. Ropa, muebles, ordenadores, móviles, todo lo tiramos y cambiamos con una facilidad pasmosa. Muchas veces no somos conscientes del problema ambiental que estamos creando y que viviremos de no detener el consumismo exagerado de la sociedad actual.
Cada persona es capaz de producir, en promedio, más de 1kg de basura al día. Esa cantidad se convierte en casi 10.000 millones de toneladas de residuos urbanos a nivel mundial. Y el mayor problema es que, de esa cantidad de desechos, solo se recicla el 14%. El resto queda en el medio ambiente con todos sus impactos sobre la salud y la economía. Por eso Zero Waste busca darle prioridad al ser por sobre el tener, viviendo en armonía con la naturaleza y reduciendo el apego por cosas materiales.
Zero Waste en el comercio: ejemplos cercanos
Skunkfunk, moda responsable
Nació con el firme propósito de seguir los principios del Zero Waste en todas las etapas de creación de sus productos. Su trabajo comienza con la búsqueda de materiales naturales, libres de tóxicos, orgánicos y siguiendo los principios del comercio justo. Además, utilizan Lenzing® lyocell, una fibra obtenida de bosques de eucalipto sostenibles. Pero su interés va más allá. Aprovechan al máximo las telas, tomando en cuenta todo el ancho ya desde el momento del diseño.
Para crear sus nuevas colecciones de ropa, utilizan también materiales reciclados y prendas de segunda mano. Con el poliéster que se recupera de las botellas plásticas crean chaquetas de alta calidad, cálidas y de textura suave. Con el nylon de las redes de pesca, uno de los principales elementos de contaminación en el mar, diseñan bolsos y accesorios de última moda.
Su lema es Cam/bio, es momento de cambiar. Para ello han adoptado la tendencia slow, produciendo únicamente dos colecciones al año. En su sitio web es posible hacer un cálculo de la huella de CO2 que deja la fabricación de cada una de sus prendas. Y conservan su conexión con sus orígenes, sin despreciar la globalización; ya están presentes en 38 países.
Zero Waste en Madrid
La filosofía de cero residuos llegó también al barrio madrileño de Ibiza, en donde se encuentra UnPacked Shop. Es la segunda que se inaugura en España, después de Yes Future en Barcelona. Para su creadora, María Arias, este tipo de locales, presentes en Estados Unidos y Reino Unido, intentan reducir el uso de plásticos de embalaje y los residuos que se producen en el proceso de comercialización. Sostiene que en la naturaleza no existe basura, pues los residuos regresan en forma de abono o de alimento al ciclo de los elementos.
En su tienda madrileña se vende productos sin empaquetar. Productos alimenticios convencionales: legumbres, pasta, huevos, leche, salvados, algas, hierbas medicinales entre un largo etcétera. También, productos de higiene envasados en vidrio –pasta de dientes, enjuague bucal– o fabricados con bambú –cepillos de dientes– o luffa –estropajos y esponjas–.
Pero su aporte va más allá al incentivar el comercio local, principalmente de productos madrileños. O apoyar a los proveedores para que la cadena de aprovisionamiento llegue a ser 100% ecofriendly, sustituyendo los empaques plásticos.