No es un término muy conocido y, sin embargo, todos hemos sabido de él de alguna forma. El ecologismo radical es un movimiento inconformista que postula el ecocentrismo como forma de vida en el planeta. Se le ha asociado con el término ecología, pero, aunque están relacionados, difieren en sus principios.
También se le ha asociado de forma antagónica con el productivismo y el desarrollo tecnológico, pues sus fines son totalmente opuestos. Postula formas de vivir responsables con el medio ambiente, pero puede llegar a ser tan radical su postura que se le ha llegado a denominar «ecoterrorismo». Existe una gran controversia en torno al ecologismo radical, que solo puede ser resuelta si lo conocemos un poco más.
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Bases del ecologismo radical
El ecologismo radical se ha asociado con la ecología y, aunque puede decirse que se basa en el concepto de equilibrio ecológico, sus principios son diferentes.
En primer lugar, la ecología es una «Ciencia que estudia los seres vivos como habitantes de un medio» (DRAE online, ver ecología). La definición se completa con la acotación de que también incluye «las relaciones que mantienen entre sí y con el propio medio». Por su parte, el ecologismo se define como «Movimiento sociopolítico que propugna la defensa de la naturaleza y la preservación del medio ambiente» (DRAE online, ver ecologismo).
Objetivos del ecologismo radical
El ecologismo radical es considerado un movimiento «verde». Sus seguidores se denominan «ecologistas» o «ambientalistas». Buscan crear conciencia sobre el equilibrio que debe existir entre las necesidades humanas y las necesidades de los ecosistemas naturales. Se basan en el hecho de que el ser humano forma parte de los ecosistemas naturales y de las relaciones que en ellos se establecen. Su fin último es lograr una «civilización» humana sostenible en medio del ambiente natural en el que existe.
Qué caracteriza al ecologismo radical
Lo primero, que se trata de un movimiento inconformista. Rechaza el statu quo de las sociedades consumistas y aboga por una mayor conciencia sobre el valor de la naturaleza. Para ello, se organizan en grupos de base para llevar a cabo acciones directas en favor de la preservación de los ecosistemas.
Dos propuestas en este sentido son las ecoaldeas y la economía ecológica. Las primeras son comunidades autosustentables tanto energética como alimentariamente, que llevan una vida en equilibrio con el medio ambiente.
La segunda está relacionada con modelos económicos alternativos que toman en cuenta variables ambientales y sociales. Algunos grupos apoyan el desarrollo sustentable como medida para la conservación, mientras que otros defienden el decrecimiento y la reducción de necesidades humanas prescindibles.
Formas de ecologismo radical
- Ecologismo naturalista: se puede decir que es el más «ecocéntrico», pues deja de lado los intereses humanos y se centra en la importancia de las especies animales, sobre todo en la lucha contra su extinción.
- Ecologismo liberal: su visión de la conservación del planeta está relacionada con la producción de riqueza. Para ello, busca alternativas a la escasez de recursos, pero sin cuestionar la orientación o los fines de la explotación.
- Ecologismo tecnicista: basa sus acciones en datos concretos sobre contaminación y estadísticas de crecimiento de la población mundial. Con base en ellos, proponen avances técnicos que permitan el uso de energías alternativas para reducir los niveles de contaminación.
- Ecologismo sociológico-político: aborda temas relacionados con el ser humano como especie animal, como superpoblación, hambre y agotamiento de recursos naturales. Sin embargo, deja de lado cuestiones fundamentales de la dignidad humana.
- Ecologismo humanista: puede decirse que es la visión opuesta al ecologismo sociológico-político, pues defiende el lado solidario del ser humano con el medio ambiente. Es la forma menos aceptada del ecologismo, sin peso político ni fuerza frente al poder económico.
- Ecologismo espiritual: se basa en el ser humano, pero como ser espiritual. Busca potenciar el respeto por el entorno, la protección emocional y de la riqueza espiritual en consonancia con la naturaleza.
- Ecologismo integral: con su visión holística de la naturaleza, afronta la destrucción del medio ambiente desde todos los puntos de vista posibles.
Algunas organizaciones de ecologismo radical
- Sea Shepherd Conservation Society. Fundada en 1977 por Paul Watson, cofundador de Greenpeace, esta organización lucha contra la caza de ballenas en Japón, de focas en Canadá y de tiburones financiada por China y Japón, además de luchar por la preservación de las Islas Galápagos.
- People for Ethical Treatment of Animals. Organización con base en Estados Unidos, lucha por preservar los derechos de los animales promoviendo el vegetarianismo y rechazando el especismo.
- Animal Liberation Front. Sus miembros están organizados en células que llevan a cabo acciones violentas para la liberación de animales. Su finalidad es evitar el lucro económico de los explotadores de animales. Es considerada como organización ecoterrorista.
- Earth Liberation Front. Similar en su forma de actuar al ALF, esta organización lucha en contra de la industrialización y por la defensa del medio ambiente y de la Tierra.
La cara oscura del ecologismo radical
Ecoterrorismo
Más de 5.000 acciones criminales en todo el mundo en defensa del animalismo, que incluyen asesinatos, asaltos con armas, atentados, explosiones y ataques a instalaciones. Es la cara más oscura y extrema del ecologismo radical, que ha sido calificado como ecoterrorismo.
Su mayor incidencia ha sido en los Estados Unidos, pero está comenzando a ser una realidad a nivel mundial. En España, han proliferado los ataques a puestos de caza, se han perpetrado atentados contra instituciones públicas, como el ayuntamiento de Barcelona o el Museo Guggenheim de Bilbao, y se han hecho protestas violentas en contra del maltrato animal.
Manipulación política del término
Muchos grupos políticos han utilizado el sentimiento que genera la defensa de los animales y del ambiente para usar el ecologismo como consigna política.
Muchos lo hacen como fieles creyentes de los principios de este movimiento naturalista. Sin embargo, otros lo hacen por ofrecer una cara atractiva sin tener en realidad objetivos ecológicos. Los grupos de izquierda suelen asociarse al ecologismo radical, pero muchas veces como simple pose.