Desde sus inicios, el hombre ha buscado formas de organizarse para funcionar en grupos sociales o comunidades. Cuando esas comunidades son países donde hay grandes cantidades de personas, hay que encontrar nuevas formas de convivencia. Permitiendo así organizar a gente con diversas necesidades, opiniones y formas de ver la vida.
Estructuras a la sociedad exitosamente no ha sido fácil en la historia de la humanidad, por lo que se han probado diferentes modelos. Según las formas de gobierno, estas pueden ser:
- Monarquía o gobierno de uno.
- Aristocracia o gobierno de los mejores, o de unos pocos.
- Democracia o gobierno de la multitud, o de muchos.
En un sentido amplio, la democracia es una manera de convivencia social en la cual sus miembros son libres e iguales para participar. Desde Platón y Aristóteles, muchos se han ocupado de definirla.
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¿Qué es?
Desde un punto de vista etimológico, democracia proviene de dos vocablos griegos “demos”, que significa “personas”; y “kratos”, que significa “poder”. Entonces pues, significa “poder de las personas”. Es decir, es una forma de gobernar de acuerdo a la voluntad del pueblo, que es donde reside el poder.
En otras palabras, es una forma de organización social que atribuye el poder a los ciudadanos y defiende su derecho a elegir y controlar a los gobernantes.
También es una manera en la que se organiza el Estado, donde las decisiones las toma el pueblo, a través de mecanismos de participación que confieren legitimidad a sus representantes. La elección de los representantes del pueblo en una democracia se realiza a través del voto, lo que hace a este parte fundamental del proceso democrático representativo.
Formas de democracia
Al igual que otras formas de gobierno, esta tiene diferentes maneras de verse en su implementación. Las mostramos a continuación.
Indirecta o representativa
La democracia indirecta o representativa es un sistema de gobierno donde el poder de las personas se ejerce a través de representantes. Ellos son los encargados de tomar las decisiones que requiere el país.
Es considerada como la más eficiente, porque las decisiones las toma un conjunto suficiente de personas que representan al pueblo. El pueblo elige sus representantes, quienes pueden, a su vez, seleccionar otros representantes o miembros del gobierno, estando su poder restringido por una constitución.
Semidirecta o participativa
Una democracia semidirecta o participativa es un sistema donde se les otorga mayor poder a los habitantes, quienes tienen un rol más activo y directo en las decisiones del país.
Para su funcionamiento existen cuatro mecanismos que permiten que los ciudadanos participen expresando sus opiniones:
- Referéndum: Es un mecanismo legal que somete a votación una propuesta o proyecto del gobierno y que permite ratificar o rechazar lo votado.
- Plebiscito: Es un procedimiento jurídico que permite consultar con el pueblo su acuerdo o desacuerdo para la aprobación final de una decisión del gobierno.
- Iniciativa popular: Es un mecanismo que permite a un grupo de ciudadanos someter a consideración del gobierno una derogación o sanción de una ley.
- Revocatorio: Es un procedimiento mediante el cual el pueblo puede destituir de su puesto a un representante electo antes de que finalice su período.
En una democracia semidirecta no se limita la participación de los ciudadanos al voto, sino que se espera que asuman un rol protagónico dentro de la política, ya sea comunitaria, regional o nacional.
Directa
Es el estado puro de la democracia, donde los ciudadanos en asamblea participan en la toma de las decisiones. Así sucede Suiza. No hay representantes, sino delegados que se convierten en los portavoces de lo que se decide en las asambleas de ciudadanos.
Líquida
Es una especie de democracia directa, donde cada ciudadano tiene la posibilidad de votar en cada decisión del parlamento, así como realizar propuestas. En este sentido, un ciudadano puede ceder su voto a un representante. Eso sí, solo para los casos en los cuales decida no participar.
¿Cómo se construye?
Construir la democracia implica educar a las personas para que conozcan el sistema en que viven y sepan cómo funciona. También implica saber cuál debería ser su participación, para que realmente funcione esta forma de gobierno.
Puesto que significa “poder de las personas”, estas tienen que ser conscientes de la importancia de su participación para el éxito del proceso democrático. En otras palabras, la mejor forma de “construir la democracia” es con la participación del pueblo.
Así que, una gran tarea importante es hacer que las personas se conviertan en ciudadanos, en lugar de ser solamente habitantes del país. Y, por ende, hay que incentivar la participación de las personas, luchar contra la apatía de los votantes y convertirlos en ciudadanos. Entonces estaremos construyendo democracia. Veamos cómo más en detalle:
Participación
Las personas tienen una gran responsabilidad para que este sistema crezca y se fortalezca. Y eso solo se consigue si se integran en el sistema democrático. Participar es una forma de integrarse y se puede realizar a través del voto o de postularse para ser representante del pueblo.
También es importante para lograr una participación apropiada que garantice el éxito que se haga lo siguiente:
- Mantenerse informado de lo que ocurre en el país es imprescindible. En particular, saber sobre las decisiones y acciones de los representantes elegidos.
- Expresar tu opinión a través de todos los medios que el sistema democrático coloque a tu alcance como parte del pueblo.
- Hacer que se escuche tu voz, cuando los representantes se excedan en sus acciones o decisiones, porque sean no democráticas o contra los derechos humanos.
- Ejercer tu derecho al voto cada vez que sea posible, porque si no se participa, no se pueden solicitar respuestas a los representantes que elegimos.
En resumen, no hay democracia sin participación.
Apatía de los votantes
En muchos países democráticos hay preocupación por la disminución de la participación de los ciudadanos en las elecciones. Y una baja cantidad de votantes podría restar legitimidad a los representantes elegidos democráticamente.
Así que, combatir la apatía de los votantes es una de las actividades en las que más trabajan las democracias. Lo pretenden conseguir incentivando la participación en diversas formas. Hay responsabilidades que no se pueden delegar en otras personas, y la más importante de ellas es el voto.
El derecho al voto es algo esencial para lograr que uno de los principios democráticos fundamentales se cumpla: la igualdad. Por ello, se ha luchado para que existiera el derecho al voto de la mujer y de minorías que también son parte de la sociedad. Por estas razones, combatir la apatía de los votantes es imprescindible, pues el voto ha sido el camino para llegar a sistemas de gobierno que garantizan el bienestar de la gente.
Ciudadanía
Un ciudadano es un individuo que habita la ciudad. Tiene cumplir con sus deberes realizando todas las actividades que permiten el desarrollo de la comunidad en la que vive. En otras palabras, un ciudadano es un individuo que ejerce sus obligaciones y sus derechos como parte de una sociedad.
Por lo tanto, ser ciudadano implica tener desarrollado el sentido de identidad y pertenencia con el lugar donde se vive. Además de ser capaz de desenvolverse socialmente como un individuo con responsabilidades, derechos y obligaciones. De acuerdo a esto, ciudadanía es la condición que se otorga a un individuo y que lo hace parte de la sociedad en la que participa.
La ciudadanía confiere derechos políticos a los ciudadanos. Sin ellos no podrían ser partícipes de las decisiones que el gobierno requiere para funcionar. Un requisito indispensable para ejercer los derechos políticos es tener la nacionalidad del país del que se es ciudadano.
Históricamente, ni las mujeres, ni los niños, ni los sirvientes tenían nacionalidad, por lo que no eran considerados ciudadanos y no podían ejercer el derecho al voto. A las mujeres les llevó milenios que se reconocieran sus derechos. En particular, los derechos políticos, por lo que solo se les permitió votar a principios del siglo XX.
Eliminadas estas brechas, en la actualidad, todos tenemos derecho a una ciudadanía y con ella, a la posibilidad de participar y ejercer nuestros derechos como ciudadanos. En las sociedades, las acciones de los ciudadanos causan cambios que ayudan a evolucionar y fortalecer este sistema de gobierno. Participar activamente en las propias comunidades, en políticas sociales o en las ONG a través del voluntariado también significa ejercer ciudadanía.
Por qué razón no pensáis formar partido político? Últimamente a mi me está rondando por la cabeza la idea. Hay que conseguir una democracia real directa y creo que a la gente le gustaría y además sería bueno para el país y el mundo si se aplicara en todas partes.